Autobiografía sexual (Parte 13): Trío con vergas chapinas
Fecha: 15/12/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: LorePadilla, Fuente: CuentoRelatos
Aquella noche tuve una larga discusión con mi mamá. No podía creer que decidiera dejar a mi papá vivir en nuestra casa sin pensar si yo estaba de acuerdo, ¿acaso se le olvidó cómo me madreó y me corrió de su casa? Al menos me enteré de muchas cosas: La golpiza que mi papá le propinó a mi tío después de correrme dio origen a una demanda que ganó mi tío. La deuda era muy grande para mi papá y tuvo que pagarle con su casa, por eso se veía con mi mamá todo ese tiempo, para obtener la reconciliación como segundo objetivo, pero el principal era tener dónde vivir, suponía yo.
Dormí enojada aquella noche, al despertar se me olvidó, fui a trabajar, volví a casa y ahí estaba mi papá, besándose con mi mamá en la sala. El muy hipócrita se paró y fue a abrazarme, pidiéndome perdón por aquella putiza que me dio. Solo respondí que me daba gusto verlo de nuevo y me fui a mi habitación.
Al siguiente día, me encontraba trabajando y de pronto, mi celular sonó. Eran mis amigos guatemaltecos, que querían verme aquella tarde y acepté. Regresé a casa, me bañé, me vestí intencionalmente sexy y estuve esperando a mis amigos, aunque no conté con que mi papá los vería primero estacionarse frente a la casa y al notarlos desconocidos, quiso agarrarse a madrazos con ellos.
—¡Papá, déjalos! —intervine en la pelea—. ¡Son mis amigos!
Después de que los soltó, me dirigió la palabra con gritos.
—¡¿Otra vez tú?! ¡Cómo te encanta andar de puta!
—¡Eso no te importa! Ya estoy grande y ...
... contribuyo al gasto del hogar, así que piénsalo dos veces antes de volver a insultarme porque la casa no es tuya y tengo el derecho de correrte.
Mi papá se quedó calladito y yo, con una sonrisa malévola, me subí al auto de mis amigos y nos marchamos.
Los muy lindos me invitaron a cenar a un restaurante y me cumplieron el capricho que tenía de un pastelito y malteada de chocolate. La plática estaba entretenida, pues nos conocimos, me aprendí sus nombres (Misael de 35 años e Ian de 37), me contaron muchas cosas sobre Guatemala y el porqué vinieron a vivir a México, además de contarme que la policía de San Juan del Río los estaba buscando por haberse escapado del separo y tuvieron que mudarse a Tequisquiapan.
A mí el chocolate ya me había puesto muy feliz, por lo que me dieron ganas de iniciar una plática más atrevida.
—Solo me he acostado con dos mujeres, una novia de mi juventud y mi ex esposa —contó Misael.
—Yo con tres, una novia de mi juventud, una esposa y una amante —relató Ian—, ¿y tú? Supongo que al menos te has metido con un noviecito.
—Para ser exacta, hasta la fecha he tenido sexo con quince hombres.
—¡Wow! ¡Qué pícara muchachita con los hombres! —exclamó Ian.
—¿No te gustaría que fueran diecisiete? —insinuó Misael.
—Pues ustedes ya invitaron la cena, yo invito el hotel, ¿va?
—¿Cómo crees? Esta noche todo corre por nuestra cuenta —dijo Ian.
—Entonces nos vemos otro día, caballeros —dije como indignada—. Me tengo que retirar, gracias por la ...