La mirada de zorra
Fecha: 22/11/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... listas apareció Alicia y os terminasteis separando.
- Ella no sentía por él lo mismo que sentía por mí -me dijo excusándose.
- Lo sabe -le contesté-. Javi aprendió bien de aquello.
- Pensaba que se había quedado receloso conmigo. Que, después de perder el contacto, no guardaba buen recuerdo de mí... Hoy, cuando le he visto en la playa, me ha costado ir a saludarle, no te creas.
- Has hecho lo que tenías que hacer. ¿Te ha alegrado verle en la playa? Pues eso es lo que importa.
- ¿De qué estáis hablando? -dijo Javi al asomar de nuevo por la terraza.
- Le estaba advirtiendo de que conozco vuestro pasado universitario -contesté.
A continuación, Álex y Javi volvieron a hablar de Alicia pero, esta vez, en otros matices que me resultaron gratamente satisfactorios. Eran dos amigos expulsando sus fantasmas y haciendo las paces, más cada uno consigo mismo, que con respecto al otro. Fue un momento muy chulo ver como, definitivamente, terminaba de regresar la alegría y la amistad que les unió hace años.
Dejé de sentir por Alicia los celos que me habían nacido hacía apenas un rato y empecé a tenerlos porque ella había follado con los dos y yo todavía no. Formaban una pareja tan simpática que era imposible negarse a follárselos juntos. Decididamente, estos dos en la universidad tuvieron que ser un auténtico peligro.
Estaba decidida a quitarme la bata pero, en vez de hacerlo, le di el último juego para que fuera evidente que, su progresiva apertura, significaba ...
... algo.
Me lo aflojé hasta el punto de que mi obligo ya era visible. Bastaba solo mirarme al pecho de costado para verme perfectamente el contorno de cada teta y los pezones rozando contra la seda.
- ¿Puedo preguntar qué juego te traes con el escote? -preguntó Álex en el momento oportuno en el que, mientras me recolocaba el escote, le enseñaba por completo una de las tetas bajo la seda.
- Me voy poniendo cómoda -contesté asegurándome de que mi mano sostenía lo suficientemente tensa la tela como para que, debajo, mi teta siguiera a la vista.
- Si sigues así, te la terminarás quitando.
- ¿Y quedarme yo desnuda antes que vosotros? De eso nada. Así que venga, la ropa fuera -le dije a los dos.
Javi debía estar flipando conmigo, pero no se lo pensó dos veces y comenzó a desnudarse. Álex, en cambio, hasta que no vio que Javi iba en serio, no comenzó a quitarse la ropa. Una vez estuvieron desnudos, me levanté de mi silla para recogerles la ropa, doblarla y dejarla dentro de casa. Cuando volví a salir a la terraza, ya no llevaba la bata.
¡Madre mía qué forma de devorarme con la mirada cuando me vieron salir!
La erección de Javi me pareció lógica, habida cuenta de que él sabía nuestro plan secreto y le hacía una especial ilusión, la de Álex me pareció halagadora y, ambas, me pusieron un poquito más cachonda. ¿Nuestro amigo no sabía que iba a poseerme y ya estaba así de duro? Os prometo que estuve a un pelo de sentarme encima suya y metérmela sin mediar palabra ...