Tabú 01. Una tarde de limpieza
Fecha: 15/11/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: MisterEddy, Fuente: CuentoRelatos
... casualidad, de manera tácita…, se va a venir abajo con las protestas de ella. Por primera vez ha actuado físicamente sobre la mujer, la ha golpeado, y con esa agresión explícita ha rebasado sin duda todo lo aceptable socialmente, la frontera legal incluso. ¿Asumirá Guadalupe ese nuevo nivel de dominio, el ser corregida mediante el dolor corporal? Ella busca en la mirada del hombre signos de abuso, de agresión gratuita, lo cual haría saltar sus alarmas; o bien la percepción de un poder ineludible, natural, que le permita justificar ante sí misma la aceptación de ese golpe, el reconocimiento de un nuevo nivel de subordinación hacia Héctor.
Se miran unos segundos, él muestra una sonrisa tranquilizadora y una mirada sensata, firme y sin culpa. Por fin reacciona la mujer, junta rápidamente las manos tras la espalda y responde con una oleada de fuego subiendo a sus mejillas:
—Por supuesto, señor.
El resto de la revisión transcurre con normalidad. Hay un par de rincones, en zonas poco visibles, que ella ha olvidado limpiar. Héctor se lo hace notar claramente, señalando la zona sucia con la regla escolar.
—Se me ha pasado, lo siento señor —dice ella.
—No pasa nada, Guadalupe, ponga más atención la próxima vez o algo habrá que hacer…
—Sí, por ...
... supuesto.
Rápidamente se arrodilla sobre los azulejos para corregir el fallo, frotando con energía, ante la observadora mirada de Héctor. Está tentado de usar la regla sobre sus nalgas temblorosas o sobre sus muslos, otra vez al descubierto por la postura, pero prefiere no tensar demasiado la cuerda este primer, sorprendente día. “Habrá ocasión para ello”, piensa.
Por fin vuelven a la zona de estar. Ella se quita la bata y permanece en su lugar, ahora con las manos a la espalda, presentando muy erguido su cuerpo en ropa interior. Héctor ha puesto el vestido de Guadalupe en una silla fuera del alcance de la vista. Así ella ha de quedarse esperando hasta que le entregue la prenda. Pero antes busca en su cartera el dinero acordado y se lo tiende. Como están muy cerca puede notar que está algo agitada, sus pechos abundantes se alzan con fuerza, y mantiene la ligera tripita metida, en tensión. Tiene las mejillas encendidas y Héctor puede aspirar el ligero perfume del trabajo realizado, del champú que utiliza…. También aprecia ahora mejor la pequeña cicatriz bajo su ombligo y el ancho y mullido pubis cubierto por la braga de mercadillo.
Héctor le sonríe y alaba el trabajo realizado. Le entrega por fin su vestido:
—Ya puede vestirse, Guadalupe —le dice.