Tabú 01. Una tarde de limpieza
Fecha: 15/11/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: MisterEddy, Fuente: CuentoRelatos
... turbado.
Mientras, seguía MisterKhan sus juegos, alternado la caricia de sus dedos en la aureola, en la afilada punta de los pezones, con pequeños pellizcos que la hacían gemir suavemente. Ella no se apartaba ya de los ojos del maduro dominante, que le sonreía comprensivo mientras estiraba su carne con firmeza, atrayéndola hacia sí, y hacía girar luego el pellizco entre sus dedos pulgar e índice.
—¿Te duelen así un poquito?
—Si me duelen.
—Bueno, un poquito está muy bien, me encanta que sientas el dolor, quiero verlo en tus ojos; ¿verdad, Donjavi que nos gusta? —Y entonces le retorcía los suaves botones con más fuerza, arrancándole grititos que terminaban en suspiro.
—Necesito que me digas lo mucho que te duele, mariposa, pero no con palabras, con tus ojos, es muy importante que me lo expreses; dímelo con tu boca: si te duele mucho, ábrela mucho, ¿lo entiendes?, es como un juego.
Entonces tiró de sus pechos hasta casi subirla en vilo, y ella abrió al máximo los labios en un grito mudo, con los ojos también de par en par, emborronados ya por las lágrimas, hipnotizados y fijos en los de Héctor. Luego aflojó la presión.
—Así un poquito menos, ¿no?
Ella dejaba la boca solo entreabierta, temblorosa y húmeda.
—Muy bien, lo haces muy bien. —Y volvía a subir el nivel, haciéndola dar un respingo. Otras veces cesaba los tirones, sustituía los pellizcos por roces en la piel enrojecida y sensible. Cerraba ella la boca entonces, sin apartar la mirada de los ...
... ojos de MisterKhan, que eran por momentos severos o comprensivos.
—¡Qué maravilla! Lo haces genial —le decía Héctor con orgullo, a medida que ella reaccionaba de forma más automática a las acciones de él sobre su cuerpo, expresando y aceptando el dolor con todo el rostro abierto y entregado, lloroso; olvidada cualquier preocupación por la estética o por la apariencia, y siempre clavados en él sus ojos azul celeste en cuyo fondo se percibían, ahora con pureza, el dolor y el abandono.
Héctor siguió un rato con el juego, comprobando la precisión con que su boca reflejaba en silencio el nivel de dolor. Por fin, satisfecho, soltó los pezones hinchados y enrojecidos de vMariposa. Entonces, manteniéndola en la misma posición con una mano en los riñones, le subió la minifalda y de un manotazo le bajó el tanga hasta medio muslo. Entre el tejido de la prenda, que estaba encharcada, y su coño, rasurado y dibujado con la delicadeza de un cómic japonés, quedaron varios estirados hilillos de su flujo vaginal.
—Mira como está la nena —exclamó el dominante.
—¡Pero qué guarrilla! —replicó DonJavi con voz ronca.
MisterKhan recorrió la tenue rajita, exploró y abrió sus pliegues empapados. Luego la penetró con fuerza, varias veces, alternado con caricias en los labios y el clítoris. Primero con un dedo, luego con dos, siguió con penetraciones profundas, hasta que la palma de la mano golpeaba ruidosamente el pubis y el coño. Pronto la chica empezó a gemir rítmicamente, en puertas del ...