Tabú 01. Una tarde de limpieza
Fecha: 15/11/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: MisterEddy, Fuente: CuentoRelatos
... más cachondo…
Relee Héctor los recientes mensajes de DonJavi, alusivos a la última noche en que estuvieron juntos en el Tabú. Entonces, el joven dominante no dejaba de pedirle, ya consejos, ya ayuda concreta para castigar, someter, domar… a la escultural y desganada vMariposa. Eso decía, aunque MisterKhan no sabía bien que pensar.
Estaban sentados en unas butacas y habían puesto a la muchacha de rodillas ante ellos, sobre un cojín, mientras hablaban. A pesar de la posición, supuestamente protocolaria, ella no dejaba de revisar el móvil ni de dar sorbitos a su copa mirando al tendido…
—Mariposa se distrae con una mosca, yo creo que deberíamos atarle las manos, ¿no te parece? —propuso MisterKhan—, y como ya lleva puestas las muñequeras…
—Claro —dijo el otro—, aunque no le gustará…
Inmediatamente, Héctor se levantó y le juntó las manos a la espalda. Luego las fijó enganchando un pequeño cierre. Antes le había quitado el móvil obviando su gesto de protesta. Ella se quedó muy seria y mohina, inmovilizada y sin poder pavonearse…
—¿Qué, no está cómoda la señora? —se burló MisterKhan pues ella rebullía e intentaba cambiar de posición.
—Esta ya no va a ninguna parte —añadió DonJavi, queriendo resultar también malvado.
—¿No tenías ahí unas pinzas?
Eran de las que se aprietan con un tornillito, pero que siempre parece que se están cayendo…; MisterKhan las cogió con un gesto de desconfianza.
vMariposa llevaba, además de una faldita negra de cuero, un ...
... minicorsé, más bien decorativo que apretado, con el ombligo al descubierto. El dominante más maduro cogió con las dos manos el borde de la prenda, con ademán de tirar de ella hacia abajo.
—¿Tetas fuera? —dijo mirando interrogativamente a DonJavi. El asintió con gesto de help yourself. Al bajar el endeble corsé, saltaron fuera dos pechos de dibujo perfecto, si bien de tamaño algo pequeño, elásticos y de pezón claro. La chica miraba a su dominante para saber a qué atenerse.
—A ver, no te acomodes tanto. —Como ella intentaba echarse para atrás y sentarse en los talones, la obligó a erguirse de un fuerte tirón en los pezones. Ella gritó, buscando a DonJavi con la mirada, pero luego, una vez alzada, con la cara y el torso a poca distancia de él, MisterKhan la tranquilizó con suavidad.
—Ya está, ya está; eso no es nada… Así: bien tiesa y estirada, que te veamos todos mejor, esa cara tan bonita y esos ojos maravillosos también, quiero que me mires, mariposa, eso es... que los vea yo bien… —le decía Héctor casi en un murmullo, mientras acariciaba, ahora delicadamente, el contorno sedoso de los pechos y los pequeños pezones, ya bastante duros y en punta—. ¿Te gusta así?
—Si… —suspiró ella.
—Si, ¿qué?
—Sí, señor. —Y se mordía los labios delineados por el carmín.
En su zona del local, algunos asistentes contemplaban la escena; atraídos sobre todo por la belleza de la sumisa. DonJavi, por su parte, se mantenía en silencio, atento y por lo que parecía, incluso ...