1. Tumulto


    Fecha: 28/10/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos

    ... cara o las nalgas. Al terminar su danza, yo me quedé sentado, pues aún no me quitaba todo y mientras lamía sus pantaletas veía cómo se iba la jauría sobre ella. La mamaron y manosearon por todas partes. Hicieron una rueda y ella, cargada por todos, fue circulando para su uso Unos se vinieron y otros no, pero todos, menos yo, le dieron. Después, también cargada, se la cogieron por pares uno por atrás y otro por delante. También tuvo dos vergas en la raja al mismo tiempo, pero no pudieron hacerle igual por el culo. No sé qué les dijo a los de la última pareja, pero me la llevaron cargada, con las piernas abiertas y me restregaron el pelambre lleno de semen en la cara… Por la calentura, no pude evitar ponerme a chuparle la vagina, las piernas y las nalgas para dejárselas limpias. Es un decir, porque le seguía escurriendo semen y jugos con cada mamada que le hacía.
    
    –Descansamos sentados –siguió contando mi amigo–. Ella ensartada en mi palo rígido, ya que yo no me había venido todavía. Todos con nuestro vaso en mano, brindamos por la hembra más bella de la fiesta.
    
    –¡Qué puta es Stella! –volví a exclamar– Pero no me has dicho lo que sentiste cuando te obligó a chuparle la vagina y anexas –insistí.
    
    –Ya te dije que yo estaba muy caliente, además que me gusta tragarme el atole que hace con sus parejas. ¡Me encantó!, pero hubo más que no había hecho.
    
    –¡¿Más?! –pregunté azorado.
    
    –Sí, eso fue apenas el comienzo. “A ver, otro brindis hasta ver el fondo”, dijo Stella y ...
    ... continuó “Brindo por el amor que todos ustedes me han dado, ¡salud!”. Todos apuramos lo que quedaba en el vaso. En voz baja, me dijo “Quiero que aún no te vengas, pero que la tengas dentro de mí para lo que sigue”. Pensé que quizá fuera a saltar sobre mí para que todos disfrutaran el movimiento de su frondoso pecho, pero no, ella tenía en mente algo más sofisticado.
    
    –¿Qué podría ser? –pregunté e inconscientemente me apreté la verga sobre el pantalón que ya estaba húmedo por el presemen que solté al escuchar las locuras de Stella.
    
    –Stella aclaró que, “Para lo siguiente, sólo van a participar los que tengan el pene bien duro”. Imagina a todos sentaditos en los sillones o en la alfombra viendo quienes tenían la verga inhiesta, y los que no, porque aún no se reponían de la cogida que le dieron a la puta de Stella, estaban jalándosela para revivir la verticalidad.
    
    –Bueno, ver a tu exmujer desnuda es suficiente para ponerte así, más si sabes que tiene ganas de coger –dije dándome otro apretón más.
    
    –Sí, por lo que veo, a ti te basta con imaginártela… –contestó, cambiando la vista hacia mi mano en mi paquete.
    
    –¡Perdón!, pero sí… –dije por toda explicación de mi conducta.
    
    –¡Ja, ja, ja! No te preocupes, a mí también se me para cuando me acuerdo de ella, ja, ja, ja –dijo Cornelio con jocosidad.
    
    –Bueno, sígueme contando que tengo curiosidad.
    
    –Stella nos explicó: “Cada quien escogerá ‘mamada’ o ‘cubana’, y eso le haré. Para hacer mejor mi tarea, mi asistente me dará ...
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