... placer. Se separó unos segundos y comenzó a besar suavemente mi espalda, desde la nuca hacia mi trasero. Sus manos mientras tanto acariciaban mis pechos y se rozaban con las de mi novio.
Cuando llegó a mi culo, me guio para que apoyara mi pecho en mi novio, dejando expuesto mi culo.
Por un segundo, se puso a un costado y me dijo: “Mírame”. Se había puesto en cuatro patas, y se daba dedos en la concha. Chorros de flujo salían, se notaba su tremenda excitación. Ella mojó un dedo y se lo metió en el culo. Ahora tenía los dos orificios ocupados. Ver a una mujer, masturbándose por como nosotros cogíamos era algo que nunca pensé ver, y por esa razón pensé calentarme así.
Ella se volvió a colocar detrás de mí y sentí como uno de sus dedos apretaba mi ano. Quise moverme pero al estar abrazada por mi novio no pude. Sentí que entraba, no fácilmente, pero entraba. Evidentemente estaba usando algo para lubricarlo. Lo empezó a meter y sacar, cada vez más rápido. Vino el segundo y hasta un tercero. Ya estaba casi en el paroxismo cuando me preguntó al oído si quería que meta la pija de mi novio en el culo. Sin darme cuenta, dije que sí.
Me hizo levantar un poco, tomó una crema de manos y la untó en la pija de mi novio. Con dos dedos, puso más crema dentro de mi culo y me guio hasta hacer que entre en mí. “Despacio” le dijo a mi novio, que acatando la indicación, fue entrando y saliendo suavemente. Yo me sentía explotar. Cuando toda esa hermosa pija entraba y salía cómodamente, ...
... hizo que apoye mis manos en los tobillos de mi novio, y metió dos dedos en mi concha, mientras chupaba un pezón y apretaba mi otro pecho.
“Ahora dale con todo, gózala” le dijo a mi novio. A él parecía que lo habían estado frenando y de pronto lo soltaron, empezó a bombearme con todo, era un pistón que entraba y salía de mi culo a toda velocidad. Los dedos de Nati acariciaban con todo mi punto G. “Me vengo” gritó él. En realidad acabamos los dos juntos, los dos con tremendos sacudones del cuerpo. Caí casi desmayada, en el medio de ambos. Nos quedamos quietos un rato y descansamos.
Nunca había sentido tremenda excitación. Nunca había estado con una mujer. Nunca lo había hecho por la cola. Mi cerebro no podía creer la locura que había pasado.
Cuando nos recobramos, Nati me hizo un mimo en la cara y me preguntó si estaba bien.
Y: Más que bien, nunca había gozado tanto. Me volvieron loca, totalmente. Pero, vos gozaste Nati?
Nati: si a mi manera, me dijo moviendo dos dedos.
Y: por qué no lo hiciste con él, que no se hubiera negado, jajaja
Nati: No sé, sentí que era tu momento. Tu momento de placer, de descubrir nuevas cosas, nuevas sensaciones.
Y: vos sabías que nunca había estado con una mujer? Cómo?
Nati: no, no sabía, pero me dio la impresión.
Tomamos unas cervezas más, como si nos faltaran, mientras charlábamos. Mi novio nos contaba que le parecía increíble lo que pasó, que no se atrevía a hacer nada para no romper el hechizo. Y que le daba mucho ...