... trio, pero sé que es la fantasía de muchos hombres. Morbosamente me gustó su cara. Nati también lo notó. Como notó que mis pezones estaban hinchados. Siempre bailando y sin movimientos que hicieran pensar otra cosa, sus manos comenzaron a rosar mi cuerpo, las piernas, la espalda, la cara, los pechos. Yo no atinaba a reaccionar, no la rechazaba, pero no sabía cómo hacerlo. Aprovechando que nuestras cabezas estaban cerca me susurro al oído: “Tranquila”. Y sí, me sentí tranquila, pero no sabía de qué, ni por qué.
La música tropical seguía y nuestro baile también. Por momentos bailábamos los tres juntos, por momentos yo con mi novio, ella con mi novio. Cada pausa aprovechábamos para tomar otra lata.
Cuando empezó a sonar Despacito, de Fonzi, crucé una mirada con mi novio que lo dijo todo. Cuando la vi a Nati, su mirada me lo dijo todo. Sensualmente se acercó a mí, bailaba pegada, y sus manos iban sin mi control por todo mi cuerpo. No sé como hizo pero me repente me encontré sin el corpiño de la bikini. Bajé la vista para ver mis pechos al aire, y cuando la levanté ella estaba igual que yo. Me acariciaba, me besaba los pezones. Yo a este punto también le acariciaba todo el cuerpo. Mi novio se acercó y quitándonos lo que quedaba de las mallas, nos dejó desnudas. Quedamos los tres bailando pegados, intercambiando besos y caricias. De más está decir que su palo estaba terriblemente parado.
Sin dirigirnos la palabra entramos a nuestra carpa, nos tiramos sobre los colchones ...
... inflables. Yo bajé a ese palo hermoso de mi novio y lo comencé a chupar, mientras Nati, besaba mi espalda y culo. Mi novio miraba extasiado. Apretaba mis pechos de una forma que me daba dolor y placer al mismo tiempo. Por efecto de la cerveza y el mareo, me deje caer de espaldas. Mi novio aprovechó para volver a ponerla en mi boca. Nati me abrió las piernas, las levantó un poco y se puso a chuparme la conchita, virgen aún de una lengua femenina. Por momentos alternaba masajeando con mi lengua mi culo. Culo que hasta ese momento era virgen total.
En un momento, me saque la pija de la boca y le pregunté a Nati si quería chuparla. Ella solamente asintió y mi novio se acercó, se la puso en la boca y ella a chupar, pero sin dejar de jugar con sus dedos en vagina y moviéndolos sobre mi ano, pero sin penetrarlo. Verlo a él casi parado, con su palo terriblemente duro, sus ojos brillando de placer, yo sintiendo esos dedos dentro de mí, pensar que no me molestaba compartirlo, me excitaba cada vez más.
Hábilmente ella buscó mi punto G y me lo empezó a masajear. No tardé mucho en llegar a mi primer orgasmo. Un orgasmo fuerte, diferente a otros que he tenido. Pero mi excitación no bajaba. Mi novio se acostó y me hizo montarlo. De un solo movimiento entro hasta el fondo de mí. Me tomó de la cintura y me guiaba, con movimientos suaves. Las manos de Nati recorrían mi cuerpo, chupaba mis pezones, los mordía, besaba mi cuello. Yo me sentía como una reina, todos me adoraban, buscaban mi ...