Cornudo (1)
Fecha: 20/10/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Economista, Fuente: CuentoRelatos
... agarrarse el pene e inmediatamente empezar a darle pollazos a Marta en la cara, ella abría la boca deseosa de volvérselo a introducir dentro, pero él no la dejaba, no paraba de azotar su cara con aquel trozo duro de carne y cada golpe Marta gemía al tiempo que aumentaba el ritmo con el que se masturbaba.
- ¿Quieres volver a metértela en la boca?, ¿la quieres otra vez dentro?, pues tómala joder, chúpala o haz con ella lo que quieras, hay que ver lo marrana que eres, te tenías que ver ahí sentada tocándote esas tetas de guarra y buscando ansiosa mi polla, ¡que puta eres!
Antonio se puso mas erguido contra ella y la cogió la cabeza con las manos, metió su rabo dentro de la boca de Marta y se puso a embestirla. Le estaba follando la boca. Marta no dejaba de tocarse, ahora con las dos manos que ya tenía libres, una dentro de los pantalones y la otra sobre sus pechos, en los que comenzaba a caer la saliva fruto de la brutal follada bucal que estaba recibiendo.
- Ya no hace falta que uses las manos, así puedes tocarte bien a gusto jodida puta. Sigue chupando así, sigue que no me falta mucho para correrme en tu garganta puta...
Estuvieron así un par de minutos mas hasta que Marta pidió un poco de tregua, apenas podía respirar y ella ahora quería otra cosa. Se imaginó la estampa que debía tener desde la visión de Antonio, sentada en la cama con las tetas llenas de saliva, los ojos llorosos y una mano dentro del pantalón totalmente sofocada y a punto de correrse.
- ...
... Necesito tenerla dentro, venga vamos ¡quiero que ahora me la metas!, ¡venga fóllame!, ¡fóllame por favor!.
Ella se puso de pies e intentó besarle, pero Antonio la rechazó y después la giró para empujarla contra la cama.
- Ahora no me des un beso zorra, ¡que asco, te huele el aliento a polla!, ¡ponte a cuatro patas!
Marta le volvió a obedecer sumisa y se colocó en la posición que él la pidió, se puso detrás de ella y le bajó los pantalones hasta que apareció su voluptuoso trasero. Se detuvo unos segundos admirando sus braguitas hasta que después se las bajó de una forma brusca, le gustó ver lo mojada que estaba Marta y como el flujo le brotaba desde el coño hasta la cama, parecía un grifo cuando lo dejas mal cerrado y cae un fino hilo de agua, pues esto era igual. Marta estaba tan cachonda y excitada que literalmente chorreaba. Antonio puso una mano debajo intentando recoger los líquidos de ella, como si no quisiera que se manchara su cama y después se la estampó en una de sus nalgas, dejando toda su humedad en ella.
- ¡Estás empapada zorra!, ¿quieres que te la meta ya, Martita?
Marta movió sus caderas deseosas y gimió al primer contacto del grueso falo contra su mojado coñito. El muy cabrón comenzó a restregar victorioso su polla entre los enrojecidos labios vaginales y ella cada vez gemía mas alto.
- ¡Métemela por favor!, ¡Métemela!, ¡¡vas a hacerme correr como sigas así!!, dijo Marta sin dejar de mover sus caderas.
- Joder mírate, me gustaría saber que ...