... Antonio y poco a poco comenzaron a salir, ahora llevaban como pareja casi 6 meses.
Cuando salió del trabajo se fueron a casa de él, ella iba con el uniforme de la tienda de ropa, unos pantalones negros y camisa blanca. Desde luego que Marta era una mujer voluptuosa con buenas curvas y tenía una melena negra larga y rizada. Era muy atractiva, todo lo contrario que él, en cierto modo incluso se avergonzaba un poco de su nuevo novio, por así llamarlo, todavía no se lo había presentado a sus amigos ni a su familia, no estaba enamorada de él, ni tan siquiera le gustaba, pero en el momento de la vida en la que ella se encontraba Antonio sabía darla lo que necesitaba.
Se fueron hasta la habitación y comenzaron a besarse, Marta no tardó ni 30 segundos en desabrochar el pantalón de Antonio y allí le dejó de pies mientras ella se sentaba en la cama. Le sacó el miembro y se quedó como siempre unos segundos admirando su polla. Si, aquello era una POLLA con mayúsculas, nunca había visto una así hasta que conoció a Antonio, tan solo en las películas porno. Desde luego que Dios tenía un sentido del humor muy cruel, el único atributo físico a destacar en Antonio lo llevaba escondido dentro de sus pantalones. Le debía medir unos 23 centímetros y estaba bien proporcionada en cuanto al grosor, llevaba el capullo por fuera y se le marcaban todas las venas como si estuviera a punto de reventar. No le pegaba para nada aquel pene a el cuerpo de Antonio, era como si hubieran cogido la polla ...
... de otro tío y se la hubieran pegado allí con photoshop.
Marta se la agarró con la mano y le dio un pequeño beso en el hinchado capullo.
- Ya la tienes muy dura...
- ¡Venga chúpamela zorra!, lo estás deseando, dijo Antonio agarrándola por el pelo.
A Marta le gustaba la confianza que él tenía en si mismo y como la trataba en la cama, ahora en su vida no quería mimitos, ni un tío romántico y él lo sabía, otra cosa era el resto del tiempo donde Antonio se portaba muy bien con ella y era un chico tranquilo y educado, pero cuando empezaban con el sexo automáticamente se transformaba en lo que Marta quería. Un puto animal salvaje con una polla grande y gorda. Y ella le obedecía sin rechistar, cumplió su orden y abrió la boca para meterse un poco del miembro de su chico. Apenas le cabían unos centímetros en la boca y poco a poco le hizo una mamada mientras Antonio jugaba con su pelo, ella se desabrochó la camisa y luego se quitó el sujetador, todo esto sin dejar de chupar.
- ¡Eso es, enséñame esas tetas de guarra que tienes!.
Cada frase que Antonio le dedicaba ella se excitaba mas y eso hacía que se la chupara con mas ansias. Estaba ya tan mojada que se metió la mano por dentro de los pantalones y se puso a masturbarse mientras se la seguía mamando.
- Joder, ¿ya te estás tocando?, ¿tan cachonda estás que no te puedes ni esperar?, le dijo Antonio manejando completamente la situación. - espera, ven aquí.
Sujetándola por el pelo con una mano utilizó la otra para ...