La suerte ayuda
Fecha: 20/10/2022,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... como penúltimo gesto de desprecio por mi parte, me limpio en su cabellera mi rabo ya desinflado, envolviéndolo entre los pelos, diciéndole que es una mala puta hasta para despedirse de un tío que la ha querido. He estado a punto de mear sobre ella, pero le tengo aprecio a la gruesa alfombra, regalo de Irene, y paso del asunto.
Lleva hipando, medio lloriqueando, unos minutos, lo que incrementa en el mismo momento en el que recojo su ropa dispersa por el suelo, el móvil, su bolso, lo arrojo sobre ella y le ordeno que se marche ya mismo:
—Sudada, sucia, guarra, pringada de mi semen, es como tienes que ir, ¡so puta! No quiero volver a verte en mi vida
Medio a empujones hago que salga del piso y cierro la puerta de golpe sin preocuparme si ha terminado o no de vestirse. Adiós a un par de años de mi vida y a las muchas ilusiones que me había hecho.
Como dije más arriba, ha habido cambios en mi vida, no hay mal que por bien no venga. Me he mudado a un pueblo de la costa del levante almeriense, sí, Irene y yo vivimos juntos, como pareja. Incluso vamos a casarnos, queremos adoptar una niña rusa, así que hemos empezado los trámites burocráticos, a finales de junio nos casaremos en los juzgados de la calle Pradillo de Madrid y a primeros de septiembre vamos a Moscú a por una preciosa niña de tres años curiosamente llamada Erena —Irene en ruso— de quien ya hemos visto varias fotografías. Lo estamos deseando.
Contaré que no me mudé yo solo, sino que conmigo se vino Néstor. ...
... Como su bar no daba demasiado dinero, lo traspasó a un compatriota y ha montado aquí algo parecido, en la playa, con un ambiente mucho más tropical, más bullanguero y vacilón. Menudo éxito ha tenido —él y su polla, desde luego— entre el gran número de maduras extranjeras —italianas, belgas, alemanas— con un buen pasar económico que están todo el año tomando el sol, la inmensa mayoría sin pareja, solteras, divorciadas, viudas, muchas practicantes de nudismo, siempre con ganas de sexo. En su bar no se cabe por las noches —buenas copas a buen precio, excelentes tapas gratis, música alegre— en especial a la hora del espectáculo de varios stripper, machos y hembras, de cuerpos esculturales. Irene y yo somos buenos amigos suyos, así que de vez en cuando —cuando ella lo pide— nos montamos un trío sabrosón y no nos cobra.
Me encuentro feliz y a gusto, no sólo porque no tengo límites verbales —ni de otro tipo si quisiera— a la hora de follar, sino por el tipo de vida que ahora llevo, tranquilo, sin sobresaltos ni presión, con mi pareja, próximo a ser padre —me hace mucha ilusión— sin estar pendiente de trabajar y prácticamente sin obligaciones. Sol, playa, copazos, sexo, algún viajecito no demasiado largo y poco más, os lo recomiendo, merece la pena, aunque antes te tiene que tocar la lotería o dar un buen braguetazo, como en casi todo, la suerte ayuda.
Maite ha venido varios fines de semana a visitarnos —este próximo viernes por la noche viene— ella e Irene se llevan muy bien ...