... Transmitía felicidad por todo su cuerpo y eso hacía que te encontraras muy a gusto con ella.
Días después, hablando por Skype, contándonos nuestras aventuras, cosa que debo decir me ponía muchísimo. Le conté mi aventura que había tenido con un matrimonio joven. Ella me dijo que nunca había hecho eso, pero que le daba morbo, me preguntó que si repetiría, siendo ella la otra chica, me descoloqué y le pregunté que si sería con ella y su marido, me contestó que no, que seríamos nosotras dos y un chico que llevaba tiempo tonteando por el chat.
Como sabéis cuando estoy cachonda no suelo pensar las cosas, le dije que sí, pero primero me gustaría saber cómo era el chico. Me mandó varias fotos entre ellas alguna que estaba desnudo. Era un chico de 21, cuerpo de gym, totalmente depilado y con un buen pene. Le dije a Sandra que lo tanteara a ver qué tal.
Aquella misma tarde Sandra me llamó por teléfono, me dijo que había hablado con el chico que le parecía una buenísima idea. Sandra me animó a que fuera a su casa al día siguiente que había quedado allí con él y podríamos estar toda la mañana juntos.
No pude dormir, a las 7 de la mañana, tras marcharse mi marido a trabajar, me duché y depilé. Me maquillé lo mejor posible ocultando las ojeras y me puse unos vaqueros ajustados y una camisa. Tras dejar a mis hijos en el colegio, me dirigí a casa de Sandra. Media hora más tarde estaba en su puerta, con un nudo en el estómago que me pedía a gritos que no entrara, pero el ...
... calor que sentía en mi entrepierna me decía lo contrario.
Llamé a la puerta, Sandra me abrió, con un camisón blanco que dejaba casi todas sus tetas fuera, al verla así adiviné que el chico ya había llegado. Me invitó a entrar y nos fuimos a su salón, él estaba ya desnudo de cintura hacia arriba, se ve que ambos ya habían calentado. Sandra se dirigió a él y le bajó el pantalón, su polla estaba tremendamente grande ya, nos sentemos ambas a cada lado y Sandra empezó a pajearlo, mientras yo sin presentarme siquiera, comencé a besarlo.
Besaba a ambas a la vez, cada vez que dejaba de besarme a mí, aprovechaba para quitarme una prenda, al poco tiempo estaba desnuda junto a él. Sandra no tardó en quitarse el camisón tampoco. Estaba besándolo cuando él se apartó y acercó la cara de Sandra hacia la mía, quería que nos besáramos nosotras, ella estaba muy excitada y aunque yo me estaba resistiendo un poquito ella acercó mis labios a los suyos y comencemos a besarnos.
Según me había contado ella nunca había tenido relación con ninguna chica, por lo cual era la primera vez. No me desagradó, me gustaba, mientras notaba como me humedecía más. Tras ese beso apasionado, bajé hacia su miembro y empecé a mamarlo, Sandra y yo nos íbamos turnando, oíamos sus gemidos de placer, seguramente también sería su primera vez con dos maduritas experimentadas.
Así estuvimos bastantes minutos, nos dimos cuenta que él estaba a punto de correrse, por lo cual paramos para que durara más. Mientras él ...