1. Cuando la calentura aprieta (09)


    Fecha: 19/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: rosamarsan, Fuente: CuentoRelatos

    Normalmente cada vez que tenía una relación extramatrimonial, pasaban semanas enteras antes de que mi fulgor sexual volviera a aflorar. Pero después del desliz que tuve con Pablo, no se me dio el caso. Pocos días después ya estaba nuevamente enganchada a los chats y mis juegos en solitario. Llegaba a masturbarme casi diariamente. No sé qué pasaba en mi cuerpo pero cada vez estaba más caliente.
    
    En una de aquellas mañanas en el chat, se puso en contacto conmigo un nick que era
    
    Saandra7
    
    , me extrañó al ser una mujer, con un escueto hola espero a que yo le respondiera, yo no me atrevía a contestar ya que creía que ella seria lesbiana y claro está yo no. O algún hombre haciéndose pasar por mujer. Mi curiosidad pudo y más y contesté. Iniciamos la conversación y tras un buen rato hablando descubrí que era casada y que como yo era infiel. Resultó también que éramos de la misma provincia y que solo me había escrito porque le gustaba hablar con otras mujeres que como ella y yo engañábamos a nuestros maridos. Aun así no me fiaba ya que algo dentro de mi me decía que podía ser un hombre intentando ponerse cachondo con mis experiencias. Estuvimos hablando casi 2 horas, pero nunca indagando en detalles. Aquello hizo que me diera confianza. Nos despedimos hasta otro día.
    
    Tres días más tarde, volvimos a contactar y así varias veces. Al final nos dimos la dirección de Skype y empecemos a hablar por ahí. Ya descubrí que realmente se trataba de una mujer. Sandra tenía 37 años, ...
    ... casada desde los 24, con un hijo de 10. Rubia, muy bajita, sobre 1,50, muy delgada también, pero con los pechos operados, tenía una 120 algo que llamaba la atención ya que pesaría en torno a los 45 kg más o menos. Tan pequeñita y delgada aquellos pechos desentonaban por todos lados, aunque me daba envidia ya que a mí me gustaría tenerlos igual, pero me aterra la idea de entrar en un quirófano.
    
    Su marido camionero de profesión, se tiraba incluso meses sin asomar por casa. Ella se consideraba como yo una mujer muy caliente, me confesó que a pesar de ello nunca había pensado en engañar a su marido y que se aliviaba como todas las mujeres, masturbándose. Pero un día encontró una tarjeta de un prostíbulo en la cartera de su marido, en ella había varias casillas para poner sellos y cuando se llenaban todos, según decía la tarjeta, tendría un servicio gratis. Sobre ella había impresos 3, por lo cual no hay que saber sumar dos más dos, para adivinar que su marido la engañaba. Ella en vez de enojarse, volcó su frustración en desahogarse como su esposo, en carne y hueso. Según me conto había engañado a su marido ya más de 10 veces, claro está ella estaba más buena que yo desde mi punto de vista y eso resultaba más fácil.
    
    Fuimos cogiendo confianza y un día decidimos conocernos en persona, vino a mi pueblo una mañana y nos fuimos a desayunar juntas. Era estupendo tener una amiga que le pudieras contar todo, además ella era una de esas personas que te encuentras muy cómoda con ella. ...
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