1. Después de corrido aún me gusta más comer un coño


    Fecha: 04/10/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... pantalón y las bragas al mismo tiempo. Me eché encima de ella, le cogí los pulsos y le devoré las tetas, unas tetas chiquitas con areolas grandes de color marrón claro y lamí y chupé sus pequeños pezones. Le solté las manos y metí mi cabeza entre sus piernas. Su coño pelado estaba mojado y la humedad brillando en él hizo que lo viera cómo una joya, una joya mojada cómo a mí me gusta. La primera lamida cubrió mi lengua con una especie de crema que al saborearla me supo a pecado, un pecado agridulce.
    
    Luego le enterré la lengua en el coño, la venezolana se estremeció, le metí dos dedos en el coño y "con el ven aquí" le fui acariciando el punto G al tiempo que mi lengua lamía el glande de su clítoris, que sobresalía del capuchón. Sus gemidos eran excitantes. Mi polla latía y la aguadilla que salía de ella había traspasado los calzoncillos y el pantalón. Los dos queríamos corrernos, pero fue ella la que se corrió, se corrió en mi boca mientras cogía mi cabeza y decía:
    
    -¡¡Que ricooo!!
    
    Jadeando cómo una perra en celo y retorciéndose cómo una serpiente de cascabel inoculó su veneno en mi boca, un veneno delicioso que solo la mataba a ella, la mataba de placer.
    
    Cuando acabó de viajar le quité los dedos del coño y se los di a chupar. Luego seguí lamiendo los labios vaginales, despacito, sin tocar su clítoris, ya que lo debía tener muy sensible, después cogí la almohada y se la puse debajo del culo, metí un dedo dentro del coño, después jugué con la yema en su ojete, para ...
    ... acto seguido meterlo y sacarlo de su culo y pasar muy suavemente la lengua por sus labios. La venezolana levantaba el culo, intentando que mi lengua entrase dentro de su vagina, pero yo lamía alrededor de ella, y seguía lamiendo los labios. En uno de sus intentos volví a lamer alrededor de la vagina y después se la clavé y se la saqué unas veinte veces. Al tenerla a punto me acabé de desnudar. Tenía la polla tiesa como un palo. Lamí de abajo a arriba y me dijo:
    
    -Métemela.
    
    Se la metí. Nos corrimos los dos juntos al llegar la polla al fondo por décima vez. No sé si gimió, si se sacudió... No sé nada de lo que pasó. Me bajé del mundo por un instante y estuve ausente no sé cuánto tiempo. Al abrir los ojos vi a mi socio sentado en el borde de su cama, me miró y me dijo:
    
    -No pierdes el tiempo. ¿Dónde encontraste a esa preciosidad?
    
    Cogí un cabreó de los gordos.
    
    -¡¡Lárgate de aquí!!
    
    Germán, que era moreno cómo yo, un año menor y más alto y más guapo, se levantó y me dijo:
    
    -Vale, vale, me voy. Oye, y si le preguntas si quiere hacer un trío.
    
    -¡Qué te largues, coño!
    
    La venezolana, debajo de mí y con la polla dentro de coño, me dijo:
    
    -Hacer un trío es una de mis fantasías.
    
    Germán se desnudó a la velocidad de la luz. Al verlo desnudo me vine arriba, ya que mi socio tenía la polla más pequeña y más delgada que la mía, por no hablar de los huevos.
    
    Minutos después la venezolana estaba en cuclillas con una polla en la mano izquierda y otra en la derecha. Se ...