1. El sirviente


    Fecha: 27/09/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Pandora de Naz, Fuente: CuentoRelatos

    ... guarras.
    
    L: Sí Ama.
    
    M: ¿Quién te ha permitido hablar puta? –Sentí como los varazos se incrementaban y eran más fuertes, ¡escocían!
    
    Cuando creyó que tenía la piel lo suficientemente roja, desató mis manos y me tumbó en el suelo, que al estar frío calmaba los varazos, pero el roce contra el suelo hacía que ese alivio durase poco. Quitó la mordaza y me puso una que estaba conectada a un tubo, y que me obligaba a tragar todo lo que por él metiesen.
    
    Puso unas pinzas en los pezones, y a mi polla la metió en un tubo que no paraba de succionarla, y me estaba dando un placer increíble, ya apenas pensaba en el dolor que la vara me había producido.
    
    M: Perra más te vale no correrte, o seguirás con otro castigo, y será algo que no soportas, así que cuidadín puta.
    
    Estaba poniendo todo mi esfuerzo en no correrme, pero la verdad es que me estaba costando lograrlo, llevaba un mes sin correrme, necesitaba eso tanto como el aire, pero no quería decepcionar a mi Ama. Se puso donde el tubo que daba a mi boca, se lo acercó a su coño, y meó ahí dentro, haciéndome tragar toda su orina, me encantaba hacer de váter para ella, la servía al cien por cien, y en ese aspecto no iba a ser menos.
    
    El momento más temido llegó, sin poder controlarlo me corí como la puta que soy, soy una cerda que no puede controlarse. Necesito que mi Ama me castigue por mi falta, soy una maldita perra. Mi Ama vio como me corría, me quitó la máquina de la polla y comprobó que todavía estaba dura.
    
    M: ...
    ... Serás cerda, ahora vas a ver tu castigo, por puta. José entra. –No podía ser, ¿había traído a otro hombre?-. Quiero que mees en la boca de esta puta perra, que no sabe controlarse.
    
    El hombre sin hacerse esperar, se sacó la polla y orinó en el tubo, lo cual hizo revolverme, pero mi Ama me tenía atado, por lo que no me quedó más remedio que tragarlo. Cuando mi Ama comprobó que ya no quedaba orina en el tubo me lo quitó y me colocó a cuatro patas sobre el suelo, pero enganchándome a unos tubos para que no pudiera moverme. Hizo una seña a aquél hombre para que se pusiera en mi cara, bueno, más bien su polla.
    
    M: A pesar de correrte, eres tan puta que sigues cachondo, te gusta esto ¿verdad? Eres una cerda, mi cerda. Vas a chuparle la polla a mi amigo, y te tragaras todo su semen. –Me propinó un buen guantazo-. ¿Ha quedado claro?
    
    L: Sí Ama.
    
    M: Pues no sé a qué estás esperando puta.
    
    Sin esperar más, me metí la polla de aquel hombre en la boca, y se la chupaba como hacía con el estrapón y los dildos que tenía mi Ama. Tenía un sabor asqueroso, no me gustaba nada, pero mi Ama así lo quería, y lo iba a cumplir. Mientras chupaba aquella polla, sentí como la mano de mi Ama se abría paso por mi esfínter para entrar en mi culo, ya lo había hecho antes, pero esa vez, se podía notar la brusquedad de sus movimientos, y a pesar de eso, lo estaba disfrutando, mi polla estaba a punto de explotar.
    
    Sin esperar mucho más, metió su mano hasta el fondo, tenía hasta casi el codo metido en ...