1. La mamá de Joaquín


    Fecha: 16/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... exigí que me diga lo que le pasó.
    
    —Hay un pibe…—me dijo con los ojos vidriosos—. Hay un pibe que no me deja en paz. —Terminó de decir, tartamudeando.
    
    En ese momento deseé con todas mis fuerza tener a Rubén a mi lado. En sus buenos tiempos él sabría qué hacer. Pero ahora era una sombra de lo que fue. Tendría que hacerme cargo de la situación personalmente.
    
    Todavía no lo sabía, pero esa decisión me llevaría por caminos que nunca imaginé transitar.
    
    Pitu
    
    A la noche, todavía tenía la pija dura. No me gusta hacerme la paja en mi cuarto, porque lo comparto con mi hermano. Pero no pude aguantar. Nunca había visto a un minón como ese. Esa mujer es una nave.
    
    Esperé a que mi hermano Esteban empezara a roncar, y ahí arranqué a tirarme el ganso. La tenía dura como roca. No quería acabar rápido. Hace tiempo el tío Omar me enseñó que la eyaculación es más fuerte cuando se retiene por más tiempo. Rememoré la escena de ese mismo día.
    
    Estábamos con los pibes en el quiosco. Hacía rato que había terminado la hora de clase, y el barrio estaba casi vacío, como me gusta a mí.
    
    De lejos vimos cómo una minita de pelo negro entraba a la escuela. Tenía puesto unos anteojos de sol que la hacían ver muy sofisticada. Además, aunque estábamos alejados, y un poco en pedo, se notaba que estaba buena. Llevaba ropa bien ajustada y sus caderas y tetas quedaban bien marcadas. Una delicia.
    
    Los pibes también la vieron. Le gritaron algunas guarangadas y le chiflaron. La mina seguro que ...
    ... está acostumbrada a que le digan cosas por la calle. Hizo de cuenta que no los escuchó.
    
    —¿Será una nueva profe de turno tarde? —Preguntó el Brian.
    
    — Está más buena que la profe Miriam. — dijo Leo, metiendo el dedo en la llaga.
    
    Sabía que la profe Miriam era la mina que más me calentaba en la tierra. Traté de levantármela miles de veces, pero la zorra me dejó en claro que no le gustaban los pibes tan jóvenes. Me juré que apenas tenga un par de años más la iba a buscar y me la iba a coger a toda costa.
    
    —Qué sabés si está más buena que Miriam, gil. — le dije.
    
    — Miriam es un camión. — dijo El Polaco, con su geta escondida detrás de la visera de su gorra.
    
    Cambiamos de tema, y seguimos hablando de otras pavadas. Casi nos habíamos olvidado de la mina, cuando la vimos salir de la escuela.
    
    —¡Miren, viene para acá! —dijo Leo.
    
    —Ahora la vamos a poder ver de cerca. Después votamos si está más buena que Miriam.
    
    Ahora que la mina venía para donde estábamos nosotros, los cagones no se animaron a chiflarle, ni a decirle nada. Yo tampoco lo hice, pero no por miedo. No soy de hacer esas giladas.
    
    A medida que se acercaba, parecía estar más buena. Estaba toda vestida de negro. Con un pantalón de jean que le calzaba como guante; una remerita mangas cortas; y zapatos negros. Se notaba que era ropa de marca, y le quedaba como a una puta cara. Su pelo lacio estaba recogido. Era muy negro. Nunca había visto un pelo así. Lacio, brilloso, y completamente negro. Su piel era ...
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