Fecha: 08/09/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: relatosenpareja, Fuente: CuentoRelatos
... fuera??”
“Aún voy a tardar 30 minutos que tenemos que reponer las neveras, pero… si me esperas, me encantaría”.
Estaba él solo en la calle, sentado en un banco, he de reconocer que me encantó que esperara sólo por estar conmigo. Yo estaba convencida de que iba a intentar algo con él, no sabía ni cómo ni cuándo, estaba con muchísimas ganas.
Después de charlar un poco, se ofreció a acompañarme a casa, no vivía muy lejos de allí. Decidí dar un rodeo por un parque, para estar más tiempo con él. Nos reímos mucho juntos, se notaba que estábamos a gusto el uno con el otro. Yo tenía la idea de en algún lugar del parque acercarme a él, besarlo y que pasase lo que tenía que pasar.
Mi plan se truncó, porque en el primer sitio que tuvo la oportunidad, se acercó a mi, me agarró por la cintura y me besó. Tuve que ponerme de puntillas para que él no tuviese que agacharse tanto, no sé cuánto tiempo duró ese beso, pero yo ya estaba empapada. Nos estábamos calentando mucho, yo ya no era dueña de mis actos y tenía una mano acariciándole el paquete por fuera de su vaquero. Notaba su polla bien dura, la verdad es que era de buen tamaño, podía incluso notar su glande a través del pantalón.
Estaba ...
... excitadísima, besaba muy bien, y una de sus manos ya estaba por dentro de mi pantalón. Estaba acariciándome la entrepierna con toda su mano, en ese momento él ya notaba lo suave que estaba ahí abajo. Debió de entender que me había preparado para él, porque justo en ese momento noté como su polla se ponía incluso más dura.
Nos movimos un poco, para encontrar un sitio en el que no nos viesen fácil si pasaba alguien por el parque. Quería hacérselo allí mismo y así se lo hice saber: ”Te follaría, si sé esto me ponía minifalda y no pantalón, pero podemos hacer esto…”. Y le baje la cremallera del pantalón, metí mi mano y con dificultad saqué fuera su polla, estaba ya mojada y su calzoncillo estaba empapado. Mi mano estaba igual de mojada que su calzoncillo. Comencé a masturbarlo mientras le besaba, él ya tenía un dedo metido dentro de mi, y con la otra mano me agarraba la nuca. No sé si fue el destino o casualidad, pero nos corrimos los dos a la vez
Al acabar seguimos paseando hasta mi casa, la verdad es que seguimos riéndonos hasta que llegamos. Nos despedimos con otro beso apasionado en la puerta, cuando se separó para irse, me sonrió y me dijo: ”Me encantas”. El resto… hasta hoy… os lo iremos contando con calma.