... obedeció y llevando su lengua por todo mi cuerpo se lanzó a mi vagina, como era novata sus lamidas aun no eran tan buenas, ¡pero comencé a guiarla hasta que su lengua estaba dentro de mí!
Con sensuales movimientos de cadera, le daba a probar mi néctar, ella chupaba como becerro, mi clítoris se inflo y ella le daba pequeñas mordidas, ¡mordidas excitantes que me tenían toda extasiada!
J: ¡Esto es fantástico, uhm!!!
L. Vamos cariño, sigue!!
J: ¡Con que así se siente mamar a una mujer!!
L: ¡Y lo haces muy bien!
Jenny me tenía dominada ahora, su lengua me estaba haciendo escurrir, la movía delicioso, mi clítoris estaba por estallar, se ayudó con sus dedos y los metía rápido y fuerte, su lengua también era rápida, me tenía gritando hasta que no aguante más y me vine en su boca!
A diferencia mía, ella no trago mis fluidos, los escupió, ¡pero estaba satisfecha de su logro!
J: Uhm, nena, ¡esto es magnífico!
L: ¡Y aun podemos más!!
J: Que rico, de verdad, ¡hace mucho no me venía así!
L: ¡Vamos siéntate en la ropa, hagamos algo rico!
Nos sentamos sobre nuestras ropas y nos entrelazamos, ¡ella era novata y tardo en acomodarse peri una vez que nuestras vaginas estaban juntas empezamos con sensuales movimientos!
J: ¡Ah, qué es esto, uhm!!
L. Te gusta? ¡tú sabes moverte vamos hazlo más!
J: ¡Que rico, uhm, agh!
L: Si, que rico, muévete, ¡uhm!!!
Jenny empezó a moverse de maravilla, nuestras caderas hacían que esa tijera se sintiera magnifico, ...
... nos besamos de lengua, sus manos tocaban mis tetas y las mías las suyas, el ambiente era de lo mejor!
¡Lentamente la fui acotando hasta termina encima de ella y simulando la posición de misionero mis movimientos comenzaron a rozar más fuerte su pepa!
J: ¡Ah, mi amor, uhm!!
L: ¡Te gusta, uhm!
J: ¡Dios, muévete, muévete!!
¡Parecía su macho, la estaba embistiendo rico, ella me acariciaba las nalgas y se movía a mi ritmo, el éxtasis estaba llegando nuevamente, nos besábamos, nos apretábamos, era el mejor sexo lésbico que había tenido en mi vida!
J: ¡Lety, ah, mi amor, agh!
L: ¡Vamos nena, falta poco, uhm!
J: ¡Agh, mi amor, me vengo!!!
L: ¡Ah, sí, agh!!!
Nos venimos juntas en una tremenda expulsión de líquido, nos movíamos para alargar el orgasmo, juntábamos nuestra lengua y seguramente nuestros gemidos se oían hasta afuera.
Finalmente, quedamos exhaustas en el piso mirando el espejo del techo, nos besamos nuevamente y terminamos riéndonos.
Nos ayudamos a vestir nuevamente y en eso sonó su celular, era su esposo, ella le dijo que estaba conmigo y que, si pasaba por nosotras, yo la mire con desconcierto y me dijo:
J: ¡Esto me causará menos problemas que si me ve con un hombre!
Salimos y ya la esperaba un hombre maduro, en una camioneta de lujo, el tipo era ególatra y soberbio, ahora entendía porque Jenny se desato, me dejaron en mi casa y me despedí con un abrazo.
Desde ese día nuestra relación cambio y ahora nos juntábamos más y de vez ...