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Juntos y revueltos
Fecha: 28/08/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sentía gemir y gritar. Moverse y susurrar. Andrés estaba destrozando a Paloma. Su pequeña vagina quedaría inutilizada y fuera de servicio por bastante tiempo pensaba hacia mis adentros. Hasta que se produjo un silencio. De pronto siento como una boca empieza a lamer mis pechos. Abro los ojos de golpe y veo como Paloma chupaba y mordía mis pezones. Intenté levantarme pero una mano firme me sujetó a la cama impidiendo moverme. Andrés me abrazaba fuertemente por mi espalda. Sentía como su lengua la recorría suavemente desde el cuello hasta el culo. Traté de resistir, pero no pude. Paloma mordía y succionaba mis pezones con avidez y deseo mientras sus manos bajaban a mi vagina buscando el clítoris. La humedad no se hizo esperar al sentir sus dedos en mi entrepierna comenzando a manar líquido a borbotones. Encontró lo que buscaba y lo empezó a mover suavemente sacando tímidos gemidos de mi garganta. Esta chica me estaba calentando y excitando de nuevo. Me giré quedando de espaldas a la cama y abrí mis piernas. Paloma bajó suavemente hasta llegar a mi vagina que ya estaba empapada y empezó a lamer y chupar toda la humedad que de ella brotaba. Con su boca succionaba mi clítoris mientras que dos de sus dedos entraban y salían rítmicamente de mi vagina. Andrés mientras mordía y chupaba mis pezones. Paloma era suave y sutil. Conocía muy bien el camino del placer femenino. Entre los dos me hicieron llegar rápidamente a un nuevo orgasmo. -Ahora nos toca a nosotros – ...
... dice Andrés y me coloca en cuatro. Paloma se recuesta en la cama y abre sus piernas dejando ante mis ojos su enrojecida y desgarrada vagina. Estaba empapada. No hay nada mejor que la lubricación juvenil. Me recuesto sobre ella y empiezo a morder sus pequeños y duros pezones. Mi lengua jugaba con esas pequeñas protuberancias arrancando gritos de placer. Andrés se colocó detrás y empezó a mojar mi ano con mis propios fluidos. Me comenzó a penetrar lentamente. No pude evitar el grito de placer que nació de mis entrañas al sentir como se deslizaba suavemente hacia mi interior. Mi boca bajó hasta quedar a la altura de la vagina de Paloma y empecé a lamer y chupar su pequeño pero duro clítoris. Se revolcaba de placer cuando emitió un suspiro, empezó a tener pequeñas pero intensas contracciones y acabó. Quedó jadeante con los ojos cerrados. Con una gran y satisfactoria sonrisa en sus labios. Levanté bien el culo para que Andrés entrara más profundo. Empezó a acelerar el ritmo de las embestidas hasta que en un momento se retira de mi ano y me gira dejándome frente a su pene. Se empieza a masturbar sostenidamente y de pronto me dice – abre la boca – y eyacula violentamente derramando todo su caliente y viscoso semen en mi boca y cara. Cada chorro de semen que su pene disparaba entre espasmo y espasmo trataba de que cayera en mi boca. Eso era uno de mis manjares favoritos. Era una pena desperdiciarlo sobre mi cara. Ya empezaba a amanecer y reponiéndonos los tres en la ...