Juntos y revueltos
Fecha: 28/08/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
-¿Andrés, sabes dónde quedo el vestido que trajiste ayer de la tintorería?- pregunté en voz alta.
-¡No tengo idea! – me respondió mientras entra al walk in closet y comienza a darme lengüetazos en el cuello.
-¿Te vas a poner ese vestido esta noche?- pregunta - Sabes cómo me gusta que lo uses y sufrir las consecuencias de llevarlo puesto. De eso no te libra ni la FIFA - me dice mientras pellizca mis pezones.
- ¡Quédate tranquilo un rato, por favor!- Le digo nerviosa por la hora - Acabamos de darnos la mejor de las duchas y sigues con la tontería. ¡Cómo puedes ser tan caliente. No te cansas nunca por dios! Ya estamos atrasados para la fiesta- terminé por decir mirando mi reloj.
Me mira y me dice riendo con cara libidinosa – Quien no estaría caliente todo el día con esas tetitas duritas y ese culito respingón que están para comérselos a cada rato. Fiesta sería quedarnos en casa y que continuáramos con lo que comenzamos bajo el agua ¿no te parece mejor idea? –termina por decir mordiéndome un pecho.
Él es sin duda lo más parecido a un Dios griego. No por lo perfecto de sus formas, sino por ese cuerpo rebosante de testosterona, fogoso, vigoroso y viril. Cada vez que lo pienso e imagino en mi mente no puedo evitar que mi entrepiernas se humedezca por completo.
Esa noche era el cumpleaños de una de mis mejores amigas, así es que la idea de estar y disfrutar solos en casa no era opción. Maite jamás me lo perdonaría.
Por supuesto que llegamos a la fiesta más tarde ...
... de lo previsto. El resto de los invitados ya estaban en plena celebración.
El lugar era precioso. Una casona estilo colonial rodeada de frondosos árboles con una gran piscina iluminada en el centro.
Llevaba puesto mí vestido favorito de color negro, que finalmente encontré después de mucho buscar, sin ningún adorno, con la espalda descubierta, ceñido lo justo y necesario para destacar una que otra curva.
El cabello suelto, ligeramente despeinado y los labios rojos hacían el contraste perfecto con el color de mi piel.
No podían faltar mis tacones altos de color rojo los que combinaban a tono con mis labios dando el toque perfecto al look casual y sensual.
Maite, mi amiga de infancia celebraba un año más y sus fiestas siempre eran apoteósicas, llenas de sorpresas y fantasía. Nunca escatimaba en gastos. Era su día especial.
Personalmente nos salió a recibir en medio del bullicio. Al vernos entrar dio un gran grito de alegría abrazándonos efusivamente.
-¡Por fin llegan!, Te he estado esperando desde temprano como habíamos quedado cuando hablamos esta mañana. – me recrimina con una sonrisa.
-Lo siento Maite- dice Andrés – tuvimos un leve percance cuando nos estábamos bañando. A Fabiola se le cayó el jabón, se agachó a recogerlo y… tuvimos un percance – termina por decir soltando una sonora carcajada.
¡Cállate, no sigas por favor!- le digo molesta, sintiendo como me iba ruborizando.
Maite, se larga a reír guiñándome un ojo haciéndose cómplice de lo que ...