Mi nuevo esclavo (Cap. 3): El esclavo renuncia
Fecha: 01/08/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
Al terminar mi desayuno ordené a mi perro fiel que se diera prisa ya que apenas saliera de arreglarme sería mi chofer esa mañana, el inútil agachó nuevamente la cabeza y con voz poco audible respondió “como usted ordene imperial alteza”, me dirigí al baño y así poder arreglarme y estar imperialmente presentable al tener una personalidad arrolladora ante la demás gente.
Cuando mi esclavo escuchó mis pasos por la escalera se dio prisa para abrirme la puerta principal, besarme los pies y de manera inmediata abrirme la puerta trasera de mi limusina. Una vez dentro le di las indicaciones de donde debía llevarme, pronto llegamos a mi destino el cual era la casa de mi amiga; deseaba ver que tan ágilmente había domesticado a su marido, mi esclavo estacionó la limusina y permaneció ahí mientras mi amiga me contaba lo ocurrido la noche anterior yo investigaba qué tan fácil o difícil le había resultado.
Me contó que al llegar su marido de trabajar ella le tenía preparada fría su bebida favorita, enseguida le llenó de caricias mientras que ella iba notando como su marido se iba calentando, fue entonces que suspendí las caricias para proceder a quitarme la blusa quedando en top less. Ese momento los ojos de mi marido se abrieron por completo y como si fuera lobo comenzó a aullarle a la luna, o en este caso como perrita en celo; en ese momento le coquetee cerrando un ojo y con mi dedo índice hice la seña que me siguiera, eso le bastó para seguirme como perrito tras un buen ...
... filete.
Me percaté que mi amiga no era capaz de domesticar a nadie y lo que había creído ella que fue dominación fue que solo calentó a su marido pero nada más. le dije “oye que clase de anfitriona eres, llevo ya 10 minutos y ni siquiera me has traído de beber nada, anda se me antoja una coca bien fría”; por increíble que sea ella se puso de pie para dirigirse a la cocina.
En un lapso de minutos tenía en mi mano la coca y ella pidiendo perdón por la falta de cortesía, entonces pregunté ¿y que no hay botana?, increíblemente mi amiga respondió “cierto, perdoname enseguida regreso”. No podía creer lo que tenía ante mis ojos, mi amiga era una esclava en potencia pero ella lo ignoraba y por supuesto una mina de oro para mí.
Bebí de prisa mi coca y aprovechando el descubrimiento acerca del carácter de mi amiga fingí haber recibido una llamada y le dije:
“Me llegó una llamada urgente, ya me tomé la coca pero te va a tocar comerte la botana”, se lo dije sabiendo que ella no acostumbra comer esas botanas y por lógica la iba a tirar a la basura; ella me contestó “no te apures yo ahorita veo que hago con ella, si necesitas irte nos vemos otro día”. sabía perfectamente que a mi amiga esa botana en especial no le gustaba pero que tampoco la iba a desperdiciar, así que indirectamente hice que se la comiera toda.
Al momento de salir, mi gusano al verme se apresuró para abrirme la puerta y enseguida regresar a mi reinado donde mi esclavo aún tenía mucho que aprender de su nuevo rol a ...