Nuestra Historia
Fecha: 08/06/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... en su vagina por la contracción que tenía en ese momento, poco a poco fue relajándose hasta lograr sacarlos, yo seguí con mi juego en su clítoris, pero me pidió que parará, así que poco a poco fui subiendo por su cuerpo hasta llegar de nuevo a su boca, y la besé, compartiendo aquel sabor exquisito, me pidió unos minutos en los cuales me la pasé mirándola todo lo que más pude hasta que volvió en sí y me besó, no perdí oportunidad y volví a posarme encima de ella y seguí dándole placer durante toda la noche.
Le hice el amor varias veces esa noche, no quería perderme de algo tan rico como era darle placer, no desaprovechamos el tiempo, dormimos unas 3 horas, y nos despertamos a seguir en las mismas, hasta que nos dieron como las 2 de la tarde en aquella habitación de hotel, y obviamente ya no podíamos estar allá por más tiempo, nos metimos a bañar y allí volvimos a unirnos en besos y caricias, ella me tomó por la cintura y me posó en la pared de aquel baño y empezó a besar mis senos y a darle pequeños mordiscos que me excitaban a más no poder.
El agua tibia recorría nuestra piel, ella se dedicaba a besar mis senos, estaba nerviosa, no sabía qué hacer, pero sí que lo que hacía lo había muy bien, de un momento a otro, puso su mano a mi entrepierna, me abrió un poco e introdujo sus dedos, lo cual no fue para nada placentero, me dolió, y mucho, pero ella no sabía que nunca en la vida me habían penetrado, así que fue un poco doloroso, ella seguía en lo suyo hasta que no ...
... aguante más y cambié los papeles ahora era ella quien estaba en la pared mientras yo me deleitaba de sus senos, la hice mía nuevamente hasta que llegó de nuevo a un orgasmos maravilloso, me encantaba hacerla mía, sentirla tan mía y escuchar esos gemidos que me llevaban al cielo.
Como la mayoría de las cosas buenas en la vida, duran poco, nos atrasamos para la salida del hotel, estábamos demasiado entretenidas en lo nuestro, a eso de las 4 de la tarde salimos de aquel hotel a comer, llevábamos desde la noche sin comer nada, así que el hambre era mucha, comimos en un parque que quedaba cerca del hotel, y tratamos de disfrutar lo más que pudimos nuestras ultimas horas juntas, y así fue, por más que quisiéramos parar el tiempo no fue posible, y llegó la hora de la partida, nos dio muy duro, habíamos tenido un fin de semana tan maravilloso, que ninguna de las dos quería volver a la cruda realidad, habíamos quedado en vernos cada mes, un fin de semana, yo tomaría un vuelo desde Medellin para verla y ella viajaría desde aquel pueblo a verme, todo había quedado claro, pero el dolor de separarnos no lo pudimos evadir, yo por mi parte me fui al aeropuerto no sin antes dejarla en donde tomaba su bus, nos despedimos con un beso y el corazón en la mano, deseando que pronto volviera aquel fin de semana inolvidable.
Los meses pasaban, y sin falta, un fin de semana de cada mes nos veíamos, pasábamos días inolvidables, llenos de amor y placer, sin embargo, era muy corto el tiempo que teníamos ...