1. El mesero de la calle 59


    Fecha: 06/06/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Urania87, Fuente: CuentoRelatos

    ... que mi sujetador, tomo mis senos entre sus manos y en cada pezón hizo pasar su lengua provocando que mi cuerpo se estremeciera, no podía ver, solo sentía sus manos acariciando mi cuerpo. Bajó mi falda con la misma desesperación que me había quitado la blusa, estando e la altura de mis rodillas envolvió mis piernas entre sus manos subiendo hasta llegar a mi tanga que ya suplicaba desprenderse de mi cuerpo, bajo mi tanga hasta el suelo y estando agachado llevo sus labios a mi vulva, con una mano en mi nalga izquierda ejerciendo presión y la otra sobre mi pelvis sumergió su cabeza entre mis piernas y con su lengua me dedico un oral que me hacía retorcer de placer, cubría mi vagina con toda su boca y con labios mordía los labios externos de mi vagina provocándome placer.
    
    No me importó estar cerca del pasillo del edificio pues de mi boca empezaron a salir gemidos que no pude ahogar, de pronto subió hasta mis pechos los tomo con sus manos, mordió uno, luego el otro y enseguida regreso hasta mi entrepierna para seguir chupando mi vagina, seguía gimiendo de placer y llevando su dedo hasta mi boca me ordenó que me callara.
    
    Esa orden hizo que mordiera los labios para ahogar mis gemidos, una mano yacía en mi senos acariciándolos por igual mientras seguía chupando mi vagina, sus dedos se hicieron notar dentro de mi, primero uno, luego dos, ese hombre me estaba volviendo loca de placer, con una mano me acaricia los senos, mis nalgas, con la otra me estimulaba mi clítoris, el ...
    ... interior de mi vagina y su boca recorría desde mi vientre hasta mi clítoris y mis labios vaginales, con ese ritmo y sin parar me estaba dando el mejor placer que había recibido en mi vida.
    
    Yo no aguantaba más que no podía ahogar mis gemidos, sentía que estaba a punto de correrme cuando este chico se incorporó dejándome así extasiada, le suplicaba.
    
    —Que haces, mi amor, sigue, por favor, esta delicioso todo que me estás haciendo.
    
    En seguida y con tono fuerte me dijo:
    
    —No, yo elijo en que momento te vendrás —con todo sarcástico y riendo siguió— Todavía no quiero que te vengas, ¿me entendiste putita? —yo asentí con la cabeza.
    
    Sentí su cuerpo nuevamente sobre mí, su respiración en mi cuello el cual aprovecho para besar, acto seguido me volteo de cara a la pared, sentía su respiración en mi espalda, mordió mi hombro dejando marca, una marca como diciendo "soy tu dueño y me perteneces”, me arrincono más hacía la puerta sentía su verga restregándola sobre mis nalgas y con movimientos empezó a buscar la entrada de mi coño, hasta que entró, me tomo de las caderas y empiezo a penetrarme moviéndose de arriba hacia abajo pudiendo recorrer todo la cavidad de mi vagina.
    
    Siguió penetrándome con fuerza que estoy segura que los demás inquilinos nos estaban escuchando, tenía una verga gruesa que llenaba todo mi interior y me estaba sacando gemidos casi gritos de las embestidas que me daba, saco su verga de mi coño y enseguida me volteo nuevamente frente a él, alzó mi pierna y me ...