El mesero de la calle 59
Fecha: 06/06/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Urania87, Fuente: CuentoRelatos
Esa noche me había citado en su departamento, era su noche libre del trabajo, sus mensajes me llegaban al celular con la misma impaciencia que me esperaba en su piso, uno de esos mensajes era una foto recién tomada donde mostraba su miembro saliendo del pantalón, un miembro de buen tamaño que mostraba cual exquisito estaba.
Llevábamos dos días mensajeándonos a cada rato, parecía que nos conocíamos de hace mucho, era tanta la complicidad que habíamos tenido al mensajearnos, que mis nalgas extrañaban sus manos tocándome como lo había hecho hace dos días en la parte trasera de ese bar donde trabaja.
Desde que llegué con mis amigas al bar, me fije en él y en cada momento él me regalaba una sonrisa al pasar, la noche cayó y el efecto del alcohol me hizo desinhibirme que en un momento cuando le pedí un nuevo trago, le dije al oído que me moría por follar con él.
Yo me encontraba despechada, decepcionada y con la autoestima baja por haberme enterado que el imbécil de mi novio me había puesto el cuerpo con su ex. Ese sábado por la noche, en el bar lo había seguido hasta el fondo de un pasillo del bar, estando ahí me arrincono en una esquina y con mucha facilidad me subió el mini vestido que llevaba, haciéndome sentar en un banco sucio al mismo tiempo que me alzaba las piernas para meterse en medio de mí y empujarme su verga en esa posición.
Todo fue tan rápido que pareciera que habían sido segundos, fue tan rico disfrutar de ese chico y la adrenalina que se generó con ...
... tal travesura que acabó dentro de mi y de igual manera tuve un orgasmo, fueron como 10 minutos llenos de adrenalina que sujetándome del cuello me dio enormes embestidas. Al terminar dentro de mí y mientras se acomodaba el pantalón me dio su celular para guardar mi número.
Eso dio pie a que esos dos días nos sexteáramos hasta largas horas de la noche, habíamos compartido muchas cosas incluso hablamos de muchas cosas banales entre sí. Me había insistido que nos viéramos una vez más, que se moría de ganas de volver a estar dentro de mí, me había gustado la manera como me abordo en la esquina del bar y de solo acordarme de esa verga con el glande rojo me hacía mojar la pantaleta. Era inevitable no querer verlo de nueva cuenta, mi cuerpo más que mi mente lo necesitaba, moría por sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, sus besos y sentir esa verga dentro de mí.
Sin más, acordamos vernos la noche de ese lunes, al salir de la Uni fui al centro comercial para comprar mi atuendo para la noche que le dedicaría a mi nuevo amante, el chico del bar que me traía vuelta loca; era de tez blanca, con pecas en la cara delgado y con unas manos enormes, se notaba que hacía alguna clase de ejercicio pues sus pectorales al igual que sus brazos estaban firmes.
Se acercó la noche, quedamos en que la cena correría por su cuenta, es decir él se encargaría de todo pues me citó en su departamento. Me mando la ubicación y en punto de las 9 pm salí con rumbo a su piso. El taxista al verme con mi ...