Laura, una pequeña historia (Parte 3)
Fecha: 22/05/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: perrita, Fuente: CuentoRelatos
... mucho que los hombres quisieran otra cosa.
Era bien entrada la noche cuando volvió a montar en la moto de vuelta al prostíbulo. Allí la esperaba el negrazo de la mañana.
La cogió del brazo y bajó con ella hasta el sótano.
Laura se encontraba tumbada en el suelo de la mazmorra, con las piernas abiertas y con doce negros desconocidos.
Y se estaba masturbando para ellos.
Ya se había corrido una vez, y una segunda. Incluso una tercera. Pero no estaban satisfechos. Una buena guarra debía de correrse tantas veces como desearan sus amos.
Así que Laura seguía frotándose el coño mientras los negros la miraban sonrientes. No recordaba ningún momento anteriormente que se lo hubiera frotado y sobado tanto.
Al fin terminó de correrse por cuarta vez. Había tenido que dar todo lo que tenía para lograrlo.
La dieron un cubo lleno de preservativos usados. Debía lamerlos y tragarse su contenido.
Cuando al fin acabó la trajeron dos cubos más.
Laura aseguró que no podía más...
El negro la metió la cabeza dentro y la obligó a masticar. La goma, el semen y los jugos vaginales de las putas se mezclaban en su boca.
Terminó llena, con el vientre hinchado y a punto de reventar.
Y la noche no había terminado.
La subieron encima de una mesa, con su cabeza colgando por un lado, y recibió una doble penetración. Pero estos no eran como los ...
... obreros de la mañana. Eran más duros, más resistentes, y su cuerpo estaba ya al límite.
Aun así Laura dio lo mejor de sí misma. Cuando al fin el negro se corrió dentro de su boca, se lo tragó como era su deber. Y la mantuvo abierta esperando a otro que ocupará su puesto.
-Y decía que no podía tragar más. - Recibió un fustazo en el coño. - No vuelvas a mentirnos nunca.
Laura gimió de dolor. O de placer, empezaba a no saber distinguir una sensación de otra.
Dos nuevos negros empezaron a tomarla...
Alta madrugada cuando Laura y su chulo se encaminaban a la casa de este. Él era su guardián, y por tanto, hasta que Nicolás no dijera nada al respecto, su legítimo amo.
Sin el menor disimulo, la iba sobando el culo por la calle para escándalo de los pocos viandantes con los se cruzaba.
Su apartamento no era una pocilga, pero casi. Muy pequeño, con una única habitación y salón.
-Dormirás, conmigo, en la cama.
-Nunca he dormido con un chico antes.
Su amo le quitó el sujetador y la falda, palpó sus pechos marcados por el mismo horas antes.
-¿Sabes lo que quiero, verdad?
Laura entendió que a pesar de todo el sexo que había tenido durante todo el día, la noche aún no había acabado para ella.
Sí, sabía lo que deseaba de ella. Así que se arrodilló, le bajó la bragueta y se metió la polla del negro en la boca.
Este comenzó a mearse...