1. Laura, una pequeña historia (Parte 3)


    Fecha: 22/05/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: perrita, Fuente: CuentoRelatos

    La modificación de su precioso cuerpo continuó durante toda el día siguiente. Ahora en sus muslos se podía leer su nombre, ‘Perra Banquita’, ‘Saco de Mierda’ en ambas pantorrillas y ‘Coño de uso público’ en su vientre. Su pelo, antes largo y rubio, había sido cortado y teñido de rosa fuerte.
    
    Llevaba puesto un sujetador de cuero negro, una falda de cuadros cortísima y unos zapatos de tacón de aguja. Evidentemente, no llevaba bragas. De esa guisa debía ir a trabajar, o más concretamente, a hacer la calle.
    
    Le presentaron al chulo local, un gigantesco negro encantado de la vida de tener una perra blanquita a su disposición.
    
    Pero eso sería por la noche. Ahora había que trabajar.
    
    Laura se montó con un negro joven en la moto. Se sentía comida rápida.
    
    Las órdenes estaban clarísimas. Ese hombre desconocido ahora era su dueño. Podía matarla a golpes o dejarla tirada en cualquier sitio si desobedecía. Y sería su familia la que pagase las consecuencias.
    
    Pudo notar la mirada de odio de las escasas mujeres que la vieron por la calle mientras viajaba abrazada a su chulo, como si él fuera Nicolás.
    
    Cerca de allí había una obra, con al menos veinte albañiles y algunos de ellos dispuestos a pagar por una mamada o un polvo rápido.
    
    Los hombres la vitorearon cuando la vieron llegar de la mano del negro. No había ni un solo español en el grupo.
    
    El negro negoció con ellos y llamó a Blanquita.
    
    -Desnúdate.
    
    -¿Aquí?
    
    Recibió una fuerte bofetada.
    
    -Sí, aquí. ...
    ... Desean verte desnuda.
    
    ¿Más aún? Ya iba prácticamente desnuda. Y aun así...
    
    Laura se quitó el sujetador y la falda. Se quedó desnuda delante de esos cerdos que se la comían con los ojos.
    
    Vio cómo se repartían el orden en la que la iban a usar.
    
    La colocaron encima de una mesa mientras uno de ellos iba a por cervezas. Se la querían follar como la perra que era. Y como los del bar, unos preferían su coño y otros preferían darla por culo. Total, solo era un saco de semen.
    
    Laura perdió la cuenta de cuantas veces se la follaron esa mañana, pues los hombres iban pasando uno detrás de otro y no hacían más que repetir y pelearse entre ellos porque le tocaba.
    
    Lo que más les gustaba era ver como se balanceaban sus tetas al son de las embestidas a la que era sometida. Al final, probó la doble penetración, tanto oral como por la vagina, como oral y anal a la vez.
    
    Grandes goterones de semen resbalaban por sus muslos mientras los hombres descansaban.
    
    -El tal Nicolás debería de marcarla con fuego, como si fuera ganado. Aquí, tras el muslo, o en el culo, o en su espalda.
    
    Echó un trago de cerveza. Le habían dicho que la tratará como si fuera suya. Se levantó y se acercó a ella. Se sacó la polla y se la metió en la boca. Tenía ganas de mear.
    
    Laura se lo tragó todo. Estaba convencida de que si lo hacía, si lo complacía, se le quitaría la idea que veía reflejada en sus ojos.
    
    -Preparar el fuego.
    
    -No, por favor, no... Yo haré lo que queráis, pero por favor, no me ...
«123»