1. Enseñando a La señorita R


    Fecha: 23/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... R le fui dando algunas explicaciones. Pedimos unas copas y seguimos con el tour. Al fondo de la sala había una puerta, le informe que por allí se entraba a la zona de prácticas.
    
    R- ¿Prácticas? –Pregunto con voz que me pareció llena de curiosidad-
    
    Yo- ¿Quieres que demos una vuelta y lo ves?
    
    R- Claro, vamos.
    
    La zona reservada se componía de una amplia sala y en su centro había una especie de escenario.
    
    Yo- Aquí se hacen prácticas públicas, cualquiera puede verlas y si el dominante quiere puede hacer participar a algunos de los espectadores.
    
    R- Los dominantes son hombres ¿no? –pegunto-
    
    Yo- También hay mujeres, pero son menos numerosas.
    
    R- Ya entiendo porque me has vestido así.
    
    Yo- No quería que desentonaras con el ambiente –le conteste- Además estas guapísima.
    
    R- Ya me he dado cuenta que no me quitaban ojo de encima.
    
    Yo- Y te ha gustado ser el centro de atención –mientras que con mis dedos palpe por encima de su tanga rojo que estaba mojado.
    
    R- Debo ser una calentorra –contesto-
    
    Yo- Una zorrita calentorra -le corregí-
    
    R- Si, una zorra.
    
    Se quedó mirando el escenario, había una chica a cuatro patas y un hombre que la azotaba las nalgas con una fusta.
    
    R- ¿Por qué la pega? –me pregunto-
    
    Yo- Puede ser por varios motivos. Desde un castigo, para calentarla, por placer….
    
    R- Pero delante de todos –me corto- no lo entiendo.
    
    Yo- Para ella es más humillante si es un castigo. Todo el mundo sabe que ha fallado y es castigada por ...
    ... ello. Normalmente suelen decir el motivo al principio.
    
    Parecía extasiada viendo la escena, con cada azote y el gemido o grito de la sumisa, me hacía gracia porque ella daba un pequeño salto cada vez que veía azotar a la otra sumisa. Le deje un par de minutos viendo la azotaina.
    
    Yo- Vamos a seguir.
    
    R- Sí, vamos.
    
    Llegamos a una puerta. La abrí, era un pasillo con varias puertas a los lados.
    
    Yo- Esas son estancias para prácticas en privado, aunque se puede invitar algún amigo.
    
    Estando en esto, un conocido mío fue a entrar. Me saludo, le presente a la señorita R como una amiga y en voz baja me dijo.
    
    Conocido- Bonita amiga, ¿iniciándola?
    
    Asentí con la cabeza.
    
    Conocido- Estoy con dos sumisas ¿quieres pasar un rato? Y la pruebas más a fondo.
    
    Me acerqué a la Señorita R y le comenté la invitación, acepto. Supongo que más que por complacerme.
    
    Acompañamos a mi amigo. Al entrar a la celda vimos a dos mujeres atadas en unas cruces en forma de X. Una debía tener unos 40 años, la otra no llegaba a los 30. La señorita R y yo nos sentamos en un sofá que había, bueno en todas las celdas había uno.
    
    Mi amigo desato a las dos mujeres, cogió una cadena que en cada extremo tenía dos pinzas. Les pinzo los pezones y entrego una fusta a cada una.
    
    Conocido- A la que antes se le caiga una pinza pierde y pagara por ello.
    
    Las chicas comenzaron a darse fustazos, no muy fuertes. La señorita R fue apretándose a mí. Me agarro del brazo con fuerza. Me fije y sus pezones ...
«12...678...11»