1. Fantasía de secuestro: La enfermera sádica


    Fecha: 02/03/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mirando la cadena tratando de comprender que significaba cuando la señora Dolores me ordeno que me desnudara y me colocará de rodillas bajo la cadena.
    
    Comencé a despojarme de mi ropa mientras la señora salió de la habitación. Quedé completamente desnudo y tal como me ordenó me coloqué de rodillas bajo la cadena que colgaba del techo. Comprobé que había unos ganchos anclados en el suelo, desconocía su utilidad. Unos minutos después apareció en el umbral de la puerta la señora Dolores. Se había cambiado de ropa, se había puesto un uniforme de enfermera. Una bata blanca abotonada de manga larga hasta las rodillas, medias blancas y zapatos de tacón blancos. Quedé impresionado del cambio que había dado y a la vez el temor que infundada con esa vestimenta. Entró al interior de la habitación y cerró la puerta, sacó su manojo de llaves y cerró la puerta dando varias vueltas con su llave, quedando ambos encerrados en el interior.
    
    Se dirigió hasta el armario situado a un lado de la habitación, el repiqueteó de sus tacones resonaba en la instancia a cada paso que daba. Abrió el armario y agarró varias cintas de cuero, esposas y más objetos metálicos. Se dirigió hasta mí y comprobé como agarraba unas tobilleras de piel gruesa. Se agachó hacia mí y colocó una cinta sobre mis tobillos, llevaba una hebilla metálica para ajustarla. Cerró mis pies fuertemente con la cinta de piel, posteriormente hizo lo mismo con el otro pie. Agarró dos pequeños candados, los pasó por la hebilla de ...
    ... las tobilleras y sujetó mis pies a los anclajes del suelo, descubrí cual era su utilidad. Mis pies quedaron atados y encadenados a los anclajes del suelo separados unos de otro manteniendo mis piernas abiertas.
    
    Cogió las esposas metálicas y volvió a inclinarse hacia mí, agarró mis manos y las condujo a mi espalda, abrió las esposas y las colocó sobre mis muñecas, acto seguido las cerró y apretó duramente. Ahhhhhhhhh me quejé por lo apretadas que quedaron las esposas sobre mis muñecas.
    
    - Te duelen, ¿verdad? , más te van a doler cuando lleves horas con ellas puestas - Me recriminó.
    
    La señora agarró mis manos esposadas y las levanto para juntarlas con la gruesa cadena de metal que pendía del techo, sujetó la cadena a mis esposas con un candado resistente. Adopté una posición incómoda; de rodillas con los pies separados y anclados al suelo, mis manos esposadas a la espalda inclinadas en vertical hacia la gruesa cadena de metal que colgaba del techo, dejando mi culo al descubierto y completamente expuesto. Esta posición me obligaba a tener la cabeza inclinada y pegada al suelo. Ahhhh era muy incómoda la posición y las esposas estaban muy apretadas.
    
    La enfermera se colocó delante de mí, solo podía observar sus zapatos blancos de tacón junto a mí, la posición mantenía mi cabeza agachada y me impedía poder observar que estaba haciendo. Levante con esfuerzo la cabeza para observarla y comprobé como sacó de su bata unos guantes de goma de los de uso domestico para fregar los ...
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