... cuero negro que portaba.—Pues yo no tengo objeción en asumir total responsabilidad. Así como tú deberías asumir las consecuencias de tu descaro —dice Jazmín.—¿Pero qué... de qué hablas? —replico.—Qué pretendías al mandarle ese video a Álvaro, ¿eh? ¿Joder mi matrimonio? ¡¿Mi vida?! ¡¿Joderme a mí?! ¿Ah? ¿Eso querías?«¡El video!», de pronto aquello estalla en mi cabeza.—No... no, yo sólo... —digo tratando de poner mis pensamientos en orden—. Sólo quería estar contigo. No quería que estuvieras con él... no quería que estuvieras con nadie más —le digo con franca honestidad.—Pues déjame decirte algo, con quien quiera estar es asunto mío. ¡¿Oiste?!—Bueno, okey, ya entendí. Perdóname. Te pido que... —me interrumpo cuando noto que Roberto continúa desvistiéndose quedando sólo en calzoncillos—. ¡¿Pero qué... qué pretendes?! ¡¿Qué carajo quieren?!—Güey, ya te dije. Esto no es cosa mía. A mí sólo me pagó para hacer esto y... bueno, para mí sólo es eso. Esto no es nada personal.Para mí sólo es chamba —al decir esto último, Roberto se baja el calzón mostrando su grueso, vergudo y tieso miembro.Mi estupor no puede ser mayor.— ¡Ayuda! ¡Alguien ayúdeme! —grito lo más alto que puedo.—Ni te esfuerces. Le pedí a Roberto que rentara las dos villas a los lados, así que nadie más está tan cerca como para escucharte —me dice y luego toma su bolso—. Bien pues los dejo solos —dice y le da un beso en la boca a Roberto—. Ahí te encargo la cámara.—Okey, no te preocupes —le responde.Jazmín se acerca a ...
... mí y me dice unas últimas palabras:—Y para que lo sepas, yo sí amaba a Álvaro. Lo de su situación económica no es lo que más me importaba. Y lo que hice con Roberto sólo fue sexo, sólo fue eso. Pero ustedes hombres, sino son ustedes... sólo siendo hombres tienen derecho a divertirse. Una siempre queda como puta; ya sea que le paguen o que sólo lo hagamos por gusto, una siempre es su puta. Bien, pues ahora soy yo la que te invita. Disfrútalo.Jazmín se va y, tras cerrar la puerta de la habitación, escucho sus taconazos alejarse hasta desaparecer. Percibo como el colchón se hunde y se sacude indicando que Roberto se ha subido en él.Siento sus rodillas rozando mis piernas las cuales abre entre sí.—¡No, no, no! Espérate Roberto, no tienes que hacer lo que ella te dijo. Si es cosa de dinero yo te pago. Dime, ¿cuánto quieres? Te juro que te pago y me olvido de esto.—Lo siento amigo, pero un trato es un trato y yo soy muy profesional. Pero no te angusties, que justo por eso aquí traigo un lubricante y te voy a guiar y a preparar previamente —me dice el infeliz, y empiezo a sentir sus dedos al aplicarme un gel en donde nadie me ha tocado antes—. Mira te voy a dar un tip, tú sólo piensa que estás en consulta y un médico te está auscultando.Mientras veo hacia la cámara que está grabándonos siento cómo uno de sus dedos comienza a abrirse paso.—¡Hijo de tu puta madre! —grito mientras me sacudo a más no poder.—Cálmate, que esto no es nada. Ahora viene lo bueno.Sus rodillas avanzan más y las ...