1. El grupo de formación


    Fecha: 13/02/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: campillo, Fuente: CuentoRelatos

    ... o como se llame la chupada de pija, y jamás había tenido prácticas contra natura, ni había engañado a su marido. Tampoco ahora se lo había propuesto, ni quería hacerlo. No se movió, ni lo satisfizo, ni lo miró. Contrariado, el visitante estiró la mano y tocó algo en la mesa, y de inmediato se abrió la puerta y entró Sara nuevamente. Le bastó una mirada rápida para comprender cabalmente la situación.
    
    La fusta comenzó su tarea con dolorosa precisión: primero dio en la base de los pechos y cuando Raquel se cubrió, cruzó la parte superior. Las tetitas de Raquel, brincaban al ritmo de la fusta y sus lágrimas de dolor cubrían el rostro de la novicia:
    
    -Obedece, chiquita ¿No has entendido que tienes vedado negarte a nada y menos desobedecer? – Raquel no se movió, estaba paralizada, y la fusta volvió a silbar, dejando una raya colorada en su vientre. Bajó sus manos para cubrir la herida y la fusta cayó furiosa sobre sus tetas, que volvieron a bailar al ritmo de los azotes. Cayó de rodillas frente al hombre, que ya había sacado su pija parada, y con gran esfuerzo arrimó su cara, dejando la boca a pocos centímetros. Sara le pasó la fusta por la espalda y le preguntó con insidia:
    
    -¿Te ayudo?- Raquel comprendió de inmediato que la ayuda sería otro fustazo, y aterrorizada apoyó los labios en la cabeza.
    
    -Adentro, te han dicho que la chupes, no que la beses-, agregó la mujer, al tiempo que tocaba su espalda con la fusta. Raquel entendió, se apresuró, abrió sus labios, y ...
    ... recibió por primera vez una pija en su casta boca. Aplicó sus labios inocentes a chuparla, con torpeza, pero tratando de evitar el castigo. Sara agregó, para su disgusto:
    
    -Cuidado hijita, él te va a acabar en la boca, que no se te pierda. Te tomas todo y lo tragas y luego le agradeces-. Raquel sufrió un escalofrío. No se creía capaz de recibir en la boca una eyaculación, se moría de asco; y mucho menos tragarla. Se sintió desesperada. Pero no quería fustazos y Sara no se movía de su lado, de modo que se empeñó en su labor, y cuando vino la eyaculación, la recibió cuidadosamente en su boca, asegurándose de no perder ni una gota, y tragó todo lo que recibió. Sacó la pija babosa de su boca y sin levantar la vista dijo: -gracias-. Sara manifestó su alegría. Raquel había hecho la primera felación de su vida obedeciendo sumisa.
    
    El hombre no se fue, entraron otros dos, con un curioso atuendo: vestían camisa y jacquet, pero no tenían ningún atuendo de la cintura para abajo, y lucían un antifaz. Raquel advirtió que el primer visitante también estaba desnudo de la cintura para abajo; no reconoció a ninguno de ellos. El más joven, se dirigió a Sara y le dijo:
    
    -A ver; ya sabe lo que me gusta-. Se notaba que Sara lo conocía y que sus gustos eran especiales; entendió de inmediato, tomó a Raquel de las muñecas y la puso de espaldas a los hombres, obligándola a agacharse, exhibiéndose, sus ojos estaban llenos de lágrimas. El joven estiró su mano, y tocó el ojete del culo, que estaba ...
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