El grupo de formación
Fecha: 13/02/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: campillo, Fuente: CuentoRelatos
Nueve parejas jóvenes formábamos el grupo, que se reunía en nuestra parroquia semanalmente, bajo la dirección y coordinación de otro matrimonio, mayor, que tenía unos diez años más que nosotros y oficiaban de directores: Sara y Guillermo. Eran gente hecha, que vivían en un hermoso departamento cercano a nuestra parroquia, al lado de un caserón enorme y sombrío, en el que vivía el padre de ella, hombre ya en la senectud, postrado y perdido, inconsciente. Era una pareja singular, en la que era evidente la preeminencia de ella, no tenían hijos, y hacían una vida tranquila y armoniosa.
Los matrimonios que nos reuníamos con ellos, éramos jovencitos, teníamos entre veintidós y veintiséis años, y pertenecíamos a un grupo social medianamente homogéneo, aunque no éramos propiamente amigos, entre todos. Los más amigos, éramos los matrimonios de nosotras tres: Raquel, Claudia y María, y especialmente nosotras, que realmente éramos muy unidas y confidentes y nos reuníamos independientemente del grupo, con mucha mayor frecuencia. Teníamos mucho en común, todas teníamos hijos chiquitos, nuestros maridos congeniaban y había intereses compartidos.
La vida se desarrollaba serenamente, sin que nada pareciera alterar la armonía y felicidad de todos. En un determinado momento, Sara comenzó a hacer apartes con Raquel, y tuvieron varias reuniones, que a nadie llamaron la atención, como tampoco las visitas de Raquel a la casa de nuestros directores; Una tarde, Raquel nos informó que se iba a ...
... un retiro espiritual de lunes a viernes, sin invitar a nadie a acompañarla. No nos llamó la atención demasiado, ni extrañamos su presencia. Ese viernes, sabiendo que volvía, organizamos una reunión de los tres matrimonios, que se hizo en casa de Claudia.
Raquel llegó con su marido y sus hijos, como a las 9:30 h, y se armó serenamente una reunión de las tantas que teníamos, los varones por un lado y las mujeres por otro; mi marido y el de Raquel charlaban con una cerveza de por medio y Juan, el de Claudia, entretenía los chicos. Ahí nomás las mujeres, comenzamos a interrogar a Raquel acerca de su retiro, que al principio respondió con generalidades, y tardecito, dando por sentado que había sido una experiencia sin mucho que contar. Tras un rato, Claudia y su marido anunciaron su partida, para luego irse con sus hijos; Juan, su marido de Claudia, adujo haber tenido una tarde tremenda, y estar muy cansado. Quedamos solas con Raquel volviendo sobre el tema de sus ejercicios, y ella comenzó a entrar en detalles, de a poco, revelando lo que había ocurrido con sus días de retiro y de qué se había tratado. Me pidió reserva absoluta y comenzó a relatarme.
Sara le había comentado de la existencia de una organización, a la que ella pertenecía. Estaba fundada en bases firmes e incuestionables, que eran fundamento y pilares de su existencia; era exclusiva, y nadie que no hubiera sido admitido formalmente en ella, podía participar; para ser admitido, había que pasar una iniciación, ...