El grupo de formación
Fecha: 13/02/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: campillo, Fuente: CuentoRelatos
... avances, a los que ella opuso un cerrado:
-No te desubiques.
Experimentó claramente lo que era la reserva y la obediencia, que le cerraron las puertas de acceso a Raquel para siempre. Visitó a Sara y le propuso llevar a su mujer al Grupo en compensación por el uso de Raquel, sugiriendo que conocía su pertenencia, pero tanto Sara, como el resto, opusieron un cerrado silencio y un secreto inexpugnable: No aceptaron oferta alguna ni reclamo de ninguna especie. Además, que Juan no tenía nada que ofrecer, porque Claudia se había integrado hacía tiempo y al decir de algunos miembros, cogía como los dioses.
Pero la irregularidad tenía consecuencias y la dirección decidió que, tanto Juan como Sara, debían ser pasibles de la punición y la limpieza, por el látigo. Ambos se sometieron calladamente, sabedores de su irregularidad y deseosos de no ser excluidos del Grupo, y se produjo la aplicación de la sanción que, por imperio de la solidaridad de géneros, se vio parcialmente atemperada. Los fustazos a Sara, decidieron que se los aplicara Raquel, que fue benévola y los dio sin el rigor esperado; la solidaridad femenina jugaba su rol y Sara lo agradeció. Juan, recibiría la sanción de parte de uno de los otros socios y por mediación de Sara, se decidió que participara Raquel.
La benevolencia que tuvo ésta con Sara, fue paralela a la del socio con Juan, a quien cruzó unos pocos golpes, no muy fuertes, por la espalda. Raquel lo pidió desnudo, inmovilizado y boca arriba; cuando ...
... así estaba tomó esa pija que le había roto el culo y la había violentado tantas veces y la había hecho gozar, y le corrió el prepucio, dejando la cabeza al aire. Cuando la tuvo así, descargó toda su furia sobre la desnuda cabeza y sobre los huevos de Juan, esos que se habían vaciado tantas veces en su interior, sin piedad con su dueño que se retorció impotente, sin poder evitar el castigo. No se detuvo hasta que Sara le tomó la muñeca, y le dijo cariñosamente:
-Basta, preciosa, lo vas a matar o lo vas a dejar estéril-. Fue la última relación de Juan y Raquel en el ámbito del Grupo y la Casa.
Raquel se había hecho mi confidente; muchas cosas le ocurrían sin que ella dejara que se manifiesten. Un domingo, a la salida de misa de once, mientras los maridos organizaban un asado y una juntada, hizo un aparte discreto y me contó:
-¿Ves ese señor a mis espaldas de traje azul? ¿El que está con una señora y dos hijas jóvenes? Se ha pasado la misa mirándome.
-¿Y?- repuse yo, como si no me importara.
-El domingo pasado fue lo mismo. Y sabés, cuando fui a la Casa esta semana, me había pedido en exclusiva, lo tuve que atender. ¡Qué bestia! Se hizo chupar la pija tres veces, y me llenó la boca de leche, que por supuesto me tomé todita; después, me dio de todas las formas posibles, dos veces por el culito y terminó cogiéndome. No te das una idea lo que es, parece incansable-. Mientras tanto, ella se ocupaba de sus chiquitos y no daba indicio alguno de saber que él la miraba, ni ...