1. Entregada a los amigos de mi pareja (1)


    Fecha: 13/02/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: zari, Fuente: CuentoRelatos

    ... otras. Inmediatamente sentí el bulto en mi trasero. Me rodeó con sus brazos, olió mi cuello y dejó las cartas vueltas abajo. Jorge pidió cartas.
    
    Yo no entiendo mucho el juego pero seguí sentada allí y no tardó en poner la mano sobre mi pierna bajo la meza y comenzó lentamente a subirla.- yo estaba incómoda y Luis se daba cuenta pero no decía nada.
    
    No sabía si los demás se daban cuenta que me manoseaba las piernas. Me iba a parar pero la cara de Luis era de “quédate allí”. Igual me paré y me fui a encerrar al dormitorio, estaba entre la indignación y la excitación, una mezcla de enojo, rabia y deseo, de incomodidad, de ardor y excitación (si la que me lee es mujer va a entender). A los pocos minutos Luis abrió la puerta.
    
    -Peladita -me dijo-, te toca irte a sentar allá. Y por como lo dijo era una orden
    
    -Pero y los demás? Le pregunté.
    
    -Los demás, no importan. Ya se van. Luego. Y tú sabes cómo son las cosas. Cuando decía: “tú sabes cómo son las cosas” debía de obedecer, obedecer o mandarme a cambiar, irme, desaparecer de su vida.
    
    -Me está metiendo mano hasta el alma, le dije.
    
    -No será la primera vez amor, quizás te hayas olvidado pero así es. Relájate. Además eras tan rica, cualquiera quisiera hacerlo.
    
    -Y los demás se dan cuenta
    
    -Bueno, somos todos adultos. Esa frase a mí me mata. Me la han dicho antes. Pero es cierto también. Me estaba portando como una niña.
    
    -Bueno, le dije muy despacio, pero tu estas ahí, si?
    
    -Si por supuesto Peladita, ya nunca ...
    ... te dejo sola, anda tranquila.
    
    Me alisé el pelo, el vestido y volví humilde y callada al living al lugar donde estaba. Y siguieron jugando mientras él me hablaba al oído y me metía la mano por mi vestido hacia arriba. Yo tenía mis dos manos con las puntas de los dedos afirmadas en el borde de la mesa, los demás atentos a las cartas me repasaban de reojo y veían como me agitaba.
    
    Ya era obvio lo que hacía y los tres estaban pendientes a como reaccionaba yo.
    
    En un momento, antes de repartir las cartas, me dijo al oído: “anda al baño perrita y te sacas toda la porquería de ropa que tienes debajo y te vienes a sentar acá de nuevo”. Realmente no esperaba ni ese tono para hablarme ni que se refiriera así a mi ropa, pero obedecí, en esas circunstancias he aprendido pierdo la voluntad y obedezco consciente que me denigro, que me someto, que es algo que no debiera hacer… pero igual lo hago, “es que es mi naturaleza”, como le dice el escorpión a la rana.
    
    En el baño me arreglé el pelo, me sequé la entrepierna, me saqué el brassier y el colalés húmedo ya, me estiré el vestido y regresé despacio. Él se puso de lado y yo me subí a sus piernas las rodillas bien juntas sin decir nada y quedé atrapada nuevamente entre su cuerpo y la meza, frente a Luis y al lado de sus otros dos compañeros.
    
    Repartieron cartas y con la mano derecha medio las levantaba y con la otra desabrochaba jugando mi vestido hasta mi entrepierna, luego penetraba entre mis labios haciendo que me estremeciera. ...
«1234...8»