Entregada a los amigos de mi pareja (1)
Fecha: 13/02/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: zari, Fuente: CuentoRelatos
Mi pareja volvió a jugar póker lo que para mí es sentarme frente a la tv, servirles un trago a ratos para no dormirme. Por suerte solo juega a veces. Con mi pareja nos vemos los viernes y sábados en su departamento. Él es casado. Juega con tres compañeros del trabajo, entre 45 y 50 años, casados, mineros, de pelo tieso, grandes y camionetas 4×4. Cuando les conocí recuerdo que pensé que estaban bastante bien.
Como buenos mineros bajando de turno lo segundo que te miran es el trasero, y un comentario por mi vestido abotonado todo por delante, pero nada más. Era la tercera o cuarta vez que les veían llegar a jugar. Ese sábado me senté en el sillón a ver tv y creo me dormí hasta que sentí a Jorge que me decía “vamos a la pieza a conversar”.
Lo seguí un poco durmiendo todavía. Estaba algo nervioso, Eusebio que era el que tallaba, es decir, que repartía cartas, me está ganando todo me dice y si te sientas en su falda me deja seguir… “que dices Peladita”. Jorge me dice Peladita cuando anda en algo malo.
-Si, -le dije- es lo que me has dicho en la cama, que te gustaría verme tirando con otros…
-Y tú nunca has dicho que no… ni te has enojado ni molestado. Vamos Peladita, tú sabes, son todos casados, no hay nada que perder. Queda todo entre nosotros. No vas a hacer nada que no hayas hecho antes....
-Sentarme en su falda, ese va ser el principio seguro, le dije como despertando de repente. Y sí, lo habíamos fantaseado antes, conversaciones calentonas en la cama, verme ...
... entre otros, cubierta de manos acariciándome, de besos, la reina de la noche, sacándome dos o tres orgasmos en una, poniéndome al día después de 24 años de un matrimonio asexuado. Pero era solo eso, fantasías, juegos.
-Mira Peladita, yo lo siento pero me ayudas o tomas tus cosas y llegamos hasta acá. Borramos números de teléfono y cada uno por su lado. Era cruel, él sabía que hace unos seis meses me habían dejado después de 25 años de matrimonio y ahora se repetía la historia.
Jorge Luis era dominante, de esos que te da una mirada y es sí o sí. Eso me seducía de él. Me subyugaba. Y era lo que yo buscaba un hombre casado varonil reservado que me hacía sentir una reina a su lado, que no me demandaba nada…, hasta hoy. Me armé de valor y avancé sumiéndome en el abismo más intenso de mi vida. Era probar la adrenalina con que soñé alguna vez casada.
-Si es solo sentarme y tu estas ahí, bueno, -le dije- aunque los dos sabemos que va a ser más que sentarse en su falda, quizás hasta… Y preferí quedarme callada. He descubierto que soy potencialmente una sumisa y ahora pasaba a serlo en la práctica. Y era cierto que antes lo habíamos fantaseado y como fantasía nunca me había parecido tan tan terrible… una es mujer siempre.
Ellos se dieron vuelta a mirarme cuando volví, el que había ganado echó la silla atrás y me dijo “acá Peladita”. Me senté con cuidado en su falda. Las rodillas juntas y giré las piernas para ponerlas bajo la meza de juego que es algo mas alta y sólida que ...