Luisa, el placer del dolor
Fecha: 08/02/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... llevó a la ducha. Ni siquiera me preguntó cómo me encontraba. Me costaba caminar y me escocía todo. El agua y el jabón reavivaron el dolor. Sin embargo, el ardor en mis entrañas no había desaparecido. Continuaba caliente, excitada, lubricando.”
“Bajamos a la calle y buscamos un bar para tomar algo mientras cambiaban las sábanas. Unas cervezas, unos bocadillos y pocas palabras. Me tenía rodeada sin rozarme. Sólo me dijo que estaba muy guapa. Quise insultarle y salir corriendo, pero mis piernas no me respondían. No sé qué me pasaba. Me sometía con su mirada azul. Me gustaba. A su lado me sentía utilizada y protegida.”
“Dormimos hasta media mañana. Nos subieron el desayuno a la cama. Tuve miedo. Miedo y deseo combinados de una manera extraña. Me azotó de nuevo; sin atarme. El mandaba y yo obedecía. Boca arriba, boca abajo. Los golpes eran delicados, casi un masaje. Sólo algún pellizco aquí o allá, alguna palmada fuerte en las nalgas o en las tetas. Me tocó el coño con la mano. Me pellizcó los labios, los mayores y los menores, el clítoris; y de nuevo se desató la tormenta en mis entrañas. El flujo bajaba como un torrente. Me empapé con tres orgasmos seguidos y abrasadores. De nuevo se colocó de rodillas ante mi. Levantó mis piernas y las puso alrededor de su cuello. Me la metió en el culo. No la tiene ni muy gorda ni muy larga, afortunadamente. Me penetró empujando con suavidad y decisión. El flujo me tenía lubricado el culo y continuaba brotando y embadurnaba su polla. ...
... Me embestía despacio y se detenía dejándola toda dentro. Aprovechaba para besarme y volverme una estúpida con sus morreos dulces y embriagadores. No sé cuánto tiempo estuvimos así.”
“ – Cada vez que me detengo es para evitar correrme, pero alcanzo un nivel de placer comparable a un orgasmo – dijo susurrando a mi oído.”
“Ese detalle me puso aún más caliente. Tuve la sensación de sentir placer con su polla en mi culo. Creo que volví a lubricar profusamente. Estuve a punto de sentir un nuevo orgasmo. Se dio cuenta y me besó apasionadamente, aunque al final me mordió en el labio hasta hacerme daño. La sacó lentamente. Hubiera preferido que me la dejase dentro. Me estaba gustando. la metió en el coño y realizó los mismos movimientos. Yo me abrasaba. Quería correrme, pero no alcanzaba el nivel. Eso sí, los chorros de flujo continuaban bajando como un río. Pensé que me deshidrataría. Era como un principio de orgasmo que no culmina nunca. Me creaba ansiedad, insatisfacción. Quería correrme. Lo necesitaba. Me pellizcó los pezones con fuerza. Me golpeó las tetas con la mano. Me volvía loca entre el dolor y el placer. Me dolían las piernas de tenerlas tanto tiempo levantadas. No me dejaba cambiar de postura. Aún estuvo así, emboleando y deteniéndose varias veces. Me dejó descansar tumbada boca arriba y se colocó encima. Me miraba fijamente, con autoridad.”
“- Ya es la hora del aperitivo, del vermut le dicen ahora – Me dijo clavándome las pupilas.”
“Antes de responderle, me ...