Araceli seduce a Alicia
Fecha: 31/01/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... yo correspondí con otra aún mayor. Me apoderé de sus grandes tetas y la acompañé en su rítmico cabalgar.
- ¿Te gusta que te apriete las tetas, cariño? – pregunté.
- Sí, ama. Me encanta.
- ¿Y que te retuerza los pezones, amor?
- Sí, ama. Insúlteme por favor.
No dejaba de sorprenderme lo caliente que era Alicia cuando estaba excitada. Le metí los índices y pulgares de ambas manos en la boca para que me los chupara. Cuando ya estaban llenos de sus babas los volví a llevar a sus pezones retorciéndoselos.
- Aaaaaaaaaaaagghhhhhhhh, más, por favor.
- Claro puta. Eres la más zorra de todas las zorras – seguí apretando sus pezones – vas a hacer para mí todo lo que te pida. Tu culo ya es mío, pero te lo voy a follar en donde me parezca, voy a exhibirte como mi puta personal, voy a prestarte a mis amigas lesbianas y a mis amigos hetero, voy a hacer con tu cuerpo lo que me dé la gana.
- Sí, sí, soy tu puta, tu esclava. Mi culo, mi coño y mis tetas son para ti, son tuyos. Te pertenezco, ama.
El movimiento de sube baja de Alicia se había vuelto frenético. La excitación que teníamos las dos era increíble. Yo alucinaba viendo como el culo de Alicia recibía el consolador hasta el tope. Apretaba tan fuerte sus pezones que se habían vuelto rojo brillante, con un tamaño exagerado. Bajé una de mis manos hasta su rajita y la metí dos dedos de golpe. Se iba a correr.
- No te corras hasta que te lo ordene, zorra.
- Por favor, por favor, no puedo aguantar, esto es ...
... demasiado – balbuceó.
- Aguanta y no te corras que a mí me queda poco – lo cierto es que el consolador dentro de mí y el roce en mi clítoris provocaba un efecto devastador. Estaba a punto de caramelo. Continué con mis dedos entrando y saliendo de su coño, la apreté una teta con ansia y la dije :
- Ahora esclava, córrete ahora para mí – le di un tirón del clítoris justo en ese momento y se corrió gritando desaforada, moviendo las caderas de forma incontrolada, lo que provocó que mi orgasmo me sepultara bajo una montaña de placer.
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagggghhhhhhhhh – gritamos las dos.
Rodeé a Alicia con los dos brazos, apretando fuertemente mientras disfrutaba de los espasmos del increíble orgasmo. Mi amor se recostó sobre mí y echando los brazos hacia atrás, rodeó mi cabeza con sus manos. Estuvimos un rato sin poder o sin querer hablar. Alicia se levantó un poco para sacarse el consolador y el huevo de dentro y volvió a sentarse en mi regazo. Estuvimos otro ratito disfrutando de estar juntas piel con piel hasta que, molesta por el consolador que todavía ocupaba mi vagina, la di un azotito para que se levantara.
- Vamos a la cama, no tengo fuerzas ni para ducharme – le dije acostándome.
Alicia se tumbó a mi lado, pasó una pierna entre las mías y puso un brazo sobre mí. Mirándome a los ojos me dijo :
- Creo que voy a dormir mejor que nunca, mi ama – y me guiñó un ojo.
Nos sonreímos las dos con felicidad en las caras y amor en los ojos y nos quedamos ...