Terminé claudicando y le entregué el culo al musulmán
Fecha: 15/05/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... repetir. Vas querer que te dé por el culo todos los días.
Tienes un culito muy sexi y apetecible, maricón.
No paraba de meterme mano el muy cabrón, y por encima, yo había quedado con una calentura de 3 pares de cojones. No me había corrido, y la polla la tenía a reventar.
Durante todo el domingo, en cada oportunidad que tenía, Mustafá, me decía que le tenía que entregar el culito. Me tocaba el culo metiendo mano, diciendo que ese culito tenía que ser suyo. Ya verás cómo te va a gustar, Dani, luego tu solito me vas a pedir que te dé por el culo.
Cuando fuimos a comer, se sentó a mi lado, cuando no nos veía nadie, se aprovechaba, me metía mano tocándome el culo, sobándome la polla y huevos. Mira cómo estás de empalmado, te gusta que te meta mano y cuando te magreo y toco el culo. Mueres porque te lo abra, ¿verdad? Estás deseando entregarme este culito, sé que mueres de ganas por tener mi polla dentro, ya verás que gusto te va a dar.
Al terminar de comer, tuve que ir al servicio, cuando estaba meando, allí me apareció Mustafá. Se acercó a mí, me agarró la polla mientras me magreaba y sobaba el culo.
Dani, ay que culito tienes, este culito va a ser mío, me vas a dejar que te lo abra, Verdad Dani.
Mira cómo te gusta que te meta mano, ay cómo me gusta cuando lo mueves, mira la pollita cómo se te pone dura y caliente.
Mustafá, joder, déjame de una vez. Ni a mear voy a poder venir.
Calla maricón, que bien te ha gustado mi polla cuando me la chupabas. ...
... Hasta la lechita me bebiste. Así que ahora no te hagas el estrecho.
Callé la boca, y con la cara enrojecida sabiendo que tenía razón, conseguí abrocharme el pantalón. No sin haber tenido dificultades, ya que no paró de meterme mano, incluso llegó a bajarme el pantalón y slip por detrás, sobándome el culo, casi meterme un dedo en el ano, y arrimarme su polla restregándose por él.
Cuando terminamos por la noche, tuve suerte y me di zafado de Mustafá, pudiéndome marchar sin que se diera cuenta.
Pero los siguientes días, volví a tenerlo encima y no me dejaba en paz.
El sábado había partido de fútbol por la noche, y ese día iba ser peor, tendríamos que quedar a limpiar las almohadillas, ya que tenían que estar listas para el domingo por la mañana. La salvación iba estar en que no quedáramos solos.
El sábado durante todo el partido, Mustafá no paró de acosarme. Después del descanso del partido, me cazó en los aseos, allí ya me hizo que le chupara de nuevo la polla. No pudo terminar de correrse, ya que entró gente, y pude escapar. Casi nos pillan en plena función, gracias que venían 2; parecían un padre e hijo; venían hablando, que, si no llegan hacerlo, nos hubieran pillado infraganti; yo agachado con la polla de Mustafá en la boca, y a él con los pantalones en los tobillos.
Al terminar el partido, nos pusimos a recoger las almohadillas, luego teníamos que limpiarlas y dejarlas listas para la mañana siguiente. Solíamos quedar 4 o 5 personas, pero ese día como había ...