1. Desafío de galaxias (capítulo 8)


    Fecha: 10/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... de guerra. ¿Sabemos que tripulación necesita?
    
    —Si, general, —respondió Opx mirando su tableta—. 185.
    
    —¿Y las corbetas?
    
    —65.
    
    —Con las tripulaciones de los transportes necesitamos unos 2.000 tíos altamente especializados que no tenemos, —razonó Marisol—. Bien. Loewen, Clinio y Opx, quedaros aquí, quiero un inventario exhaustivo de todo lo que hay. Os voy a mandar gente suficiente para trabajar en la estación, pero necesito transportes que ayuden en la evacuación de Faralia. Pasado mañana, a primera hora, os quiero en Mandoria para una reunión de estrategia.
    
    Dos días después, Loewen, Clinio y Opx, se encontraron en un pasillo del palacio real de Mandoria con el presidente Fiakro, el canciller y varios ministros.
    
    —¿Sabéis alguno donde está la general Martín? —preguntó el presidente después de recibir los militares saludos de todos—. En su habitación no está y no contesta al comunicador.
    
    —No, señor presidente, —contestó Opx— pero a está hora habíamos quedado en la sala de estrategia.
    
    Todos se encaminaron a la sala y por el camino se encontraron con Anahis que también se dirigía al mismo lugar acompañada por varios miembros del equipo. Cuando entraron en la estancia, vieron a Marisol, recostada sobre una mesa, repleta de papeles y tabletas, placidamente dormida. Anahis la acaricio suavemente la espalda y Marisol dio un respingo sobresaltada.
    
    —¿Desde qué hora llevas aquí? —preguntó el presidente.
    
    —Desde anoche. Tenía mucho trabajo y al final me quede ...
    ... dormida.
    
    —¿Esperamos unos minutos para que te despejes? —preguntó de nuevo el presidente.
    
    —No, no, no. Vamos a empezar, pero si alguien me trae un café, se lo agradezco.
    
    Anahis la trajo su café negro, y mientras los demás se acomodaban en la sillas le dio un par de sorbos.
    
    —Tenemos que ganar tiempo como sea, y eso pasa necesariamente por cerrar el portal, —todos, tan proclives a dar su opinión, esta vez, permanecieron callados y la miraron con expresión neutra. Marisol los miró detenidamente y se percató definitivamente de la terrible soledad que la rodeaba—. Gracias por vuestro apoyo ¡joder!
    
    —General, —se atrevió finalmente a hablar Loewen, y lo hizo con sinceridad—. Casi no comprendemos como es posible abrirlo y tú quieres cerrarlo… ¿cómo?
    
    —Como sea, aunque me temo que tendrá que ser con el método español… a lo bestia, —todos se revolvieron en sus asientos mientras Marisol los miraba detenidamente. Incluso, el presidente Fiakro la rehuyó haciendo que cuchicheaba con la persona que tenía al lado.
    
    —Menuda banda de… ¡Cobardes! —estalló sin poder controlarse. La furia hispana brotó a raudales por todos sus poros—. ¡Todos! Desde el primero al último.
    
    —Mi señora, —intervino finalmente Opx—. Si me ordenas que me meta por ese puto agujero, lo haré sin dudarlo, pero ni siquiera puedo imaginar como lo quieres hacer.
    
    —He decidido utilizar a los voluntarios de Faralia.
    
    —¿Y que más? Porque solo con ellos, no creo.
    
    —Ellos serán la tercera fase de un plan ...