1. Desafío de galaxias (capítulo 8)


    Fecha: 10/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    —Estamos igual que cuando encontramos el DAE-3, —comentó Loewen—. Está tan oculto que no lo vemos… y los escáneres nos están ayudando una mierda.
    
    El transbordador maniobraba entre el gigantesco mar de asteroides y planetoides de Sordello da Goito. Se extendía a lo largo de medio año luz, entre los sectores 6 y 7, y los planetoides más grandes no superaban los 30 kilómetros de diámetro, es decir, que casi ni lo eran.
    
    —Esto es un laberinto, —comento Marión sin dejar de teclear en su consola—. Pero lo que más me desconcierta es que no detecto nada metálico…, que curioso.
    
    —¿Qué tienes? —preguntó Marisol aproximándose.
    
    — Detecto una fuente de emisión magnética, —contestó Marión con cara de extrañeza— y no hemos detectado nada metálico. ¡Piloto! Regresa a las coordenadas exactas.
    
    La nave se paró en las coordenadas y todos miraron por las ventanas sin ver nada.
    
    —Las coordenadas exactas corresponden con ese planetoide.
    
    —Y la emisión magnética proviene de él, —añadió Marión—. Siete kilómetros de diámetro y… ¡muy poca masa!
    
    —Está hueco, —confirmo Loewen.
    
    —Piloto. Comienza un rastreo a ver si encontramos una entrada, —ordeno Marisol. La nave, ayudándose de dos potentes focos exteriores, además de los sistemas electrónicos, comenzó una exploración sistemática de la superficie.
    
    —¡Piloto! Hay una distorsión en el campo magnético a 27º a babor de la proa, —informo Loewen.
    
    —Corrigiendo rumbo a 27º a babor, —lentamente la nave se dirigió hacia dos ...
    ... protuberancias de roca que custodiaban una puerta de hangar del mismo color.
    
    —Detecto un emisor, —informó Marión sin dejar de teclear en su consola—. Creo que puedo enlazarlo…, ya está. Requiere la clave de acceso.
    
    —Aquí la tienes, —dijo Clinio entregándola su tableta.
    
    Marión introdujo la clave encontrada en la unidad de almacenamiento de la Princesa y el portón se empezó a abrir mientras una docena de luces parpadeaban a su alrededor. La nave entró a un hangar y la puerta de cerro automáticamente a su espalda, para inmediatamente abrirse otra frente a ella. La traspasaron mientras Marisol ordenaba al teniente Gómez, comandante del destacamento militar que llevaban a bordo que se preparara.
    
    —Tenemos gravedad… y tenemos soporte de vida, —informó Loewen. Marisol dio la orden y el portón trasero del transbordador se abrió. Los soldados salieron rápidamente encarando sus armas hacia delante y se desplegaron por el hangar hasta alcanzar el perímetro. Marisol y todos sus acompañantes salieron de la nave mirando a todas partes ayudándose de sus escáneres.
    
    —¡Joder! —exclamó Marión mientras seguía tecleando en su tableta.
    
    —Muy expresiva, —bromeo Marisol riendo—. Una expriora soltando tacos. ¡Qué vergüenza! —el comentario provocó la hilaridad de los demás— mira a ver si puedes ser más concreta.
    
    —Esto es artificial, —dijo Marión ignorando la broma—. Me refiero a que no es un planetoide escavado.
    
    —¡No jodas! —exclamó Marisol.
    
    —¿Estás segura? —preguntó Opx acercándose a ...
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