1. Sueños húmedos de una mujer casada


    Fecha: 22/03/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: OscarVilla, Fuente: CuentoRelatos

    ... pero pudo reprimir el vómito. Entre tanto la mano de aquel otro joven ya se había introducido en su vagina y se movía con soltura, produciéndole un placer jamás sentido. Le sobrevino el primer orgasmo entre los insultos y mofas de los tres individuos satisfechos de su acto.
    
    El tercero de los jóvenes se agachó y comenzó a manosear su cuerpo entero. Sus pechos, su vientre. Sintió un placer enorme al verse abrumada por aquellos tres hombres que la hacían gozar como jamás había gozado.
    
    El individuo que tenía sentado sobre su cara comenzó a sufrir los primeros espasmos hasta que finalmente, profiriendo un alarido, vació una enorme cantidad de semen en su boca, obligándola a tragarlo. No hubo tregua, el joven que la tocaba, que manoseaba todo su cuerpo, ocupó el lugar que dejó el que ya había eyaculado. Ella comenzó a chupar el segundo pene mientras le sobrevino un nuevo y brutal orgasmo.
    
    Aquella sesión duró horas. Una y otra vez fue poseída por cada uno de ellos que llenaron su boca y su vagina de semen. A ella le sobrevinieron numerosos orgasmos. Los gritos se mezclaban como si de un ritual primitivo se tratase. Ella pidiendo más y ellos insultándola.
    
    En el fondo deseaba que no terminase nunca, seguir gozando como lo estaba haciendo y como jamás había gozado.
    
    Exhaustos, los cuatro se sumieron en una especie de sopor. Uno de ellos se acercó y comenzó a besarla con pasión, ella le devolvió los besos y le rogó, le suplicó que la penetrase. La desató, ...
    ... levantó sus piernas hasta ponerlas sobre sus hombres y le clavó su falo hasta el fondo de su vagina iniciando un polvo tan salvaje como jamás había vivido.
    
    Los otros dos se despertaron. Uno la levantó y colocándose en la posición adecuada, bajo ella, comenzó a horadar su ano con la punta de la pene, dilatándolo, pronto aquel enorme falo se hizo dueño de aquel agujero jamás explorado hasta entonces por nadie.
    
    El placer fue inmenso, aquella doble penetración la llevo a un mundo de deseos ocultos y prohibidos, a un mundo de perversión donde todo era posible. No pudo aguantarlo y le sobrevino un nuevo orgasmo.
    
    El tercero de los jóvenes se puso en pie y metiendo el pene en su boca la obligó a mamar nuevamente. Loca, penetrada por todas partes, gozó como jamás lo había hecho.
    
    Al unísono, como puestos de acuerdo, los tres individuos se corrieron dentro de ella llenando su vagina, su ano y su boca de una leche pastosa que asumió como el más maravilloso de todos los néctares.
    
    Al final se levantaron. La miraron y puestos de pie sobre ella le orinaron todo el cuerpo mientras le sobrevenía su enésimo orgasmo masturbándose.
    
    Allí se quedó tirada, desnuda, abandonada, poseída por todas partes después de haber gozado como jamás lo había hecho.
    
    Un leve ruido la hizo despertar. Desnuda, empapada, tumbada sobre su toalla en aquella recóndita duna, tres individuos jóvenes la estaban observando con ojos de lujuria.
    
    En aquel momento supo lo que le aguardaba. 
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