1. Natalia me pilló haciéndola una foto


    Fecha: 09/02/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Para Lara, mi más fiel lectora.
    
    Ya os hablé de Natalia, mi compañera de trabajo. Es guapa y eso, pero sigue siendo como antes. Llevamos ya varios meses conociéndonos, aunque no en plan bíblico, claro, que es lo que me gustaría a mí. Nos conocemos como compañeros y, para de contar.
    
    Ahora escribo relatos eróticos y he puesto mi correo en alguno de ellos. Me escribe gente y hay un chico en particular, no diré su nombre aquí, que me escribe y que parece tan salido como yo.
    
    Nos escribimos casi todos los días y le he hablado de Natalia. Así que un día decidí hacerla una foto con el móvil, para enseñársela a él. Es un poco rara y no le gusta que la hagan fotos, por lo que le hecho una foto a escondidas con el teléfono. Se la mandé a este chico y me dijo lo buena que está y el culazo que tiene. Lo que no sabía es lo que pasaría un poco más adelante.
    
    Una tarde que no teníamos mucho trabajo, decidí hacerle otra foto a escondidas.
    
    Estaba con el móvil, sin saber cómo poner la cámara para que no me viera, cuando se giró para beber agua y me pilló con el teléfono apuntándola.
    
    -¿Qué haces? ¿Me estás haciendo una foto?
    
    -Es que... -no me salía que decirle.
    
    En esto que se puso frente a mi como posando.
    
    -Anda, venga, hazme la foto, no te cortes.
    
    -Es que... hoy estas muy guapa.
    
    -Pues anda, dispara. No parecía enfadada.
    
    Le hice la foto y me olvidé de todo. La tarde pasó rápido y nos fuimos a casa.
    
    Cuando llegué por la noche a casa, no pude evitarlo y me la ...
    ... casqué con la foto que acaba de sacarla.
    
    Después de correrme y limpiarme la leche, lo primero que hice fue escribir a mi amigo por email y contarle lo que había hecho.
    
    Estuvimos hablando un buen rato de lo que había hecho y lo que había disfrutado, y un poco más tarde, ya muy cansado me fui a la cama.
    
    Al día siguiente me encontré de nuevo con Natalia y volvimos a hablar, solo que esta vez la noté algo cambiada. Ya no parecía la chica seria y tímida de antes.
    
    En un instante que se fue al baño, se me ocurrió algo. No se me había pasado por la cabeza hasta ese momento. Tenía el móvil en su mesa sin bloquear y se me ocurrió cogerlo y cotillear su galería de fotos. En lugar de encontrar más fotos suyas, encontré una mía.
    
    ¡Vaya! pensé. Así que la jodía me ha hecho una foto sin darme yo cuenta. ¿Será que en el fondo le gustaba yo también, o es que le estaba empezando a gustar?
    
    Dejé el móvil en su mesa antes de que volviera y me hice el loco.
    
    Pasaron dos semanas al menos. En ese tiempo me di cuenta de que no estaba equivocado y lo que en un principio había sido una intuición mía, era realmente cierto. Yo le gustaba a Natalia. No pensé que la cosa se precipitaría tan pronto.
    
    Una tarde me dijo:
    
    -Oye, ¿para qué me hiciste la foto aquel día?
    
    -Es que estabas muy guapa, ya te dije.
    
    -En serio, ¿solo por eso? ¿no te habrás tocado pensando en mi?
    
    -¿Tocado? Tocado y hundido, pensé para mis adentros.
    
    -Que si te la has meneado, me dijo sería.
    
    Vaya con la ...
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