... guardamos muy bien los secretos entre nosotros, le dije de lo mio, lo de mi hermano, lo de mis primos y el se quedó mas tranquilo y terminó aceptando que lo que le gustaba hacer con su perra lo hacen muchos, solo que nadie lo cuenta, pero zoofílicos hay muchos. Un día estábamos en su casa, sus padres no estaban y abordamos nuevamente el tema, le dije que deseaba probar hacerlo con su perra, que me la cediera por un rato para ver que podía hacer con ella, el aceptó, el animal me conocía bien porque yo siempre iba a su casa, a mi me encantan los perros, en el campo teníamos dos ovejeros alemanes que eran nuestro brazo derecho cuando había que juntar la hacienda, se como tratar a los canes, entonces llamé a la perra y ella vino moviendo la cola y se me tiró encima muy juguetona, comencé a acariciarla a tocarle la vulva y ella no se resitía todo lo contrario me aceptaba, mi amigo fué corriendo a cerrar la puerta de calle, vino y yo ya me había sacado la camisa y pantalón, tenía ya la pija bien parada, mi amigo también se desnudó, acomodó a la perra en la cama patas hacia arriba y me dijo -Así le gusta a ella, así me la cojo yo todas las noches. le arrimé la pija a la entrada de la concha empuje un poquito y sentí que le entraba fácil, estaba muy quieta como se ponía con mi amigo, sentí que le entraba toda la pija en ella y así se fué hasta los pelos, ¡¡Que maravillosa sensación fue esa!! Comencé el mete saca bajo la atenta mirada de mi amigo que decía -¡Mira que puta que es, ...
... como se deja culiar con vos delante mio, siendo yo su macho, no si fue el temor de que pudieran llegar los padres de mi amigo y nos pillaran a los dos en pelotas con la perra, que arremetí con todo en mis embestidas y eyaculé dentro de ella, me quedé unos segundos en ella y se la saqué, acto seguido se la culió mi amigo, su dueño y macho y como el no estaba nervioso ya que había trabado la puerta por dentro y nadie podía entrar, se la culió en mi presencia y pude comprobar que lo hacía como todo un maestro, con toda la polenta de sus 16 años, de esa forma comenzamos a buscar la forma de salir de la casa y llevar a su perra al campo con el pretexto de sacarla a correr y nos metíamos en lugares donde no pasa nadie, entre altos yuyales a la vera de un camino y nos culiabamos a la perra hasta sacarnos las ganas, por supuesto sin condón al igual que culiabamos las gallinas con mi hermano. Hasta aquí he contado mis vivencias desde los 12 años hasta los 15, espero que estos relatos hayan sido del agrado de Uds, amables lectores, en ellos he tratado de plasmar todos mis recuerdos tal cual como los he vivido, solo me queda para otro relato, como vi a mi padre como se culiaba a su yegua, el, un hombre tan serio y tan reservado para hablar de sexo ya que solo lo hacía en contadas oportunidades y muy pocas veces contó alguna experiencia que tuvo en su juventud, algunas novias, pero llegado el momento de hablar de cuantas se llevó a la cama, se limitaba a sonreir y decía que algunas, sin dar ...