Llegó por fin el día en que nuestros padres se iban de vacaciones, siempre por 15 o 20 días, su lugar predilecto, una colonia turística en las sierras junto a un hermoso lago, un lugar paradisíaco, hermosos hoteles rodeados de jardines y senderos pavimentados, al mismo llegan turistas de todo el país a liberarse de la carga de estrés de todo el año, mi hermano y yo quedamos a cargo del cuidado de todo, de los animales, gallinas (nuestras hembras), pavos, gansos, vacas, los caballos (dos) y la yegua de mi padre, un hermoso animal, al cual mi padre le prodigaba toda clase atenciones, le daba su comida diaria, pasto, su ración de avena y también zanahorias, se las daba directamente de a una y hasta la acariciaba mientras el animal comía, la bañaba con agua con espuma y por las tardes, la ensillaba y salía rumbo a la parte del campo que queda en las sierras, allí estaban las vacas, hay mucho pasto silvestre, un hermoso arroyo y mucha sombra lo ideal para que los animales tengan agua, pasto, sombra en verano y abrigo en invierno. Apenas nuestros padres se fueron por la mañana temprano, (junto con nuestros tíos), un hermano de mi padre y su mujer, quedamos solos mi hermano y yo, cocinamos, tomándonos todo el tiempo, limpiamos todo y nos fuimos en nuestros caballos a pasar la siesta y bañarnos en el lugar que ya mencioné, donde estaban las vacas, llegamos, nos metimos al agua y después de refrescarnos bien, salimos y nos tiramos en el pasto, mi hermano comenzó a fumar un cigarrillo, ...
... estaba un poco callado, como si quisiera decirme algo y no sabía como empezar, comenzó diciéndome que yo ya tenía edad para saber todo, que tenía que contarme algo que yo tenía que saber, primero sonrió y me dijo que se trataba de nuestro padre, que hacía unos años ya, por las noches el lo sentía que se levantaba cuando todos dormían, salía con un reflector que usaba para salir a ver cuando los perros ladraban mucho, por si andaba algún zorro que pudiera comerse los pollos, mi hermano me contó entonces, que como esto ocurría a menudo, decidió mirar por la ventana de su dormitorio y pudo ver a nuestro padre entrar en la caballeriza y estar en el lugar largo rato. Hasta ese momento, no le pareció nada raro, la caballeriza se comunica con el galpón donde se guardan los fardos de pasto para la yegua y los caballos, las bolsas de avena que come la yegua y los caballos, el alimento para los pollos y cosas que ya no se usan, (pecheras para los caballos cuando se araba la tierra y los arados eran tirados con animales todo esto en la época de mi abuelo) como esto se repetía y le pareció llamativo, decidió una noche salir por la ventana e ir a ver que llevaba a nuestro padre a entrar a la caballeriza y lo que vió lo dejó mas que sorprendido, el reflector estaba colgado de un gancho en la pared y alumbraba muy bien la escena, nuestro padre estaba totalmente desnudo y se estaba culiando su yegua, se había puesto la cola del animal por sobre su hombro lo cual le permitía a mi hermano ver ...