descubriendo a mami azucena
Fecha: 25/05/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Leonela V, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... y hermosa se dio cuenta que no necesitaba otra mujer en su vida, que ya tenía a la mujer más hermosa del universo. Yo le sonreí tímidamente y le dije: -Gracias, mami, soy la hija más afortunada del mundo. – Y nos abrazamos.
Nuestros pezones duros quedaron pegaditos y la tensión sexual se fue al máximo, mire su colita paradita y sensual a través del espejo, no aguanté y puse mis manos sobre esos glúteos y los froté suavemente, ella dio un gemido que me calentó al máximo, ella inmediatamente hizo lo mismo, lo que me hizo dar un gemido más fuerte, y comenzamos el vaivén de nuestros cuerpos. Se detuvo y me tomó con sus manos mi cara y me plantó un beso con lengua apasionado, largo y muy sensual, el primero de mi vida y el primero lésbico de ella, además del primero con una persona que no fuera mi padre. Nos miramos profundamente a los ojos y le dije: -Mami, quiero que seas mi novia y me hagas tuya para siempre. Estoy perdidamente enamorada de ti Azucena Duarte.
Eso la hizo explotar de pasión, me abrazó y me besó con fuerza, me puso contra la pared y me pegaba su cuerpo al máximo. Comenzó a besar mi cuello, hombros y me levantó los brazos para sacarme la franelilla, ella se deleitó con mis pechos pequeños, sentía como fluía por mis piernas líquidos de mi empapada cuquita. Sentía sensaciones increíbles con cada lengüetazo y chupete. Comenzó a besar lentamente mi sexo, que estaba empapado y luego comenzó a comérselo. Metía su lengua hasta donde podía. Todo lo que me hacía me ...
... derretía y no tarde en venirme con un orgasmo más fuerte y más largo de lo que sentí alguna vez en mis sesiones de masturbación. Al terminar me dio vuelta y se arrodilló, metió su boca entre mis nalguitas, mis nalgas cubrían su hermoso rostro, ella aspiraba el olor de mi tanguita blanca y me daba lengüetazos que me guiaron a otro orgasmo. Ella se puso en pie, me dio vuelta y bajó mi cabeza hasta su concha súper empapada, levantó una pierna sobre la orilla de la cama y procedí a probar el sabor de mi madre, sentí ese sabor delicioso sobre la tanguita tallada que era casi una segunda piel de color leopardo, ella comenzó a gemir como loca, apretaba mi nuca y se movía adelante y atrás y recibí el orgasmo justo en mi lengua.
Me levantó y me tiró en la cama. Me retiró la tanguita y se sumergió en mi ardiente cuca. Me llevó a conocer el cielo con su lengua y sus dedos. Pero como si fuera poco tomo una de sus tetas con su mano, llevo su pezón color té con leche hasta mi vagina y con sus tetas me dio amor hasta hacerme explotar de placer. Luego llevo sus pechos a mi boca que los devoré con besos y pasión. Ella se dio vuelta, se quito la tanga y se sentó en mi cara.
Yo le chupé la concha como nunca creí, sentí toda su intimidad, e incluso besé su apretado ano, ella no paró de gemir, hasta que se estremeció y sentí el chorro de la cucota de “Telo” inundando mi boca. Nos acomodamos para hacer tijeritas, yo estaba excitada al ver como se acercaba lentamente su cucota carnosa a la mía, le ...