... Pilar, nos quedamos, igual yo duermo en el suelo o en algún sofá, así no te incomoda” a lo que le respondí si pena alguna y aliviando la pena colectiva, con la mejor sonrisa, “ si, tranquilo, si no te m*****a dormir conmigo, compartimos la cama, que va a pasar? Somos familia no?” (riéndome), y así fue, hicimos uso de la misma habitación que nos habían asignado. Entramos, nos acomodamos, acomodamos nuestra ropa, Javier decidió ducharse ya que el calor y el ir y venir del problema de la habitación lo tenía empapado en sudor.Yo mientras tanto aproveché a ponerme ropa cómoda, para caminar previniendo el calor también, cuando Javier salió del baño decidimos hacer nuestra primera recorrida por la ciudad, recorriendo aquellos lugares que nos llevaron de un principio allí, después de más de 3 horas caminando decidimos almorzar en un restaurante cerca del hotel, luego el calor se hizo intenso, decidimos volver al fresco del hotel y descansar también del largo viaje, durmiendo una siesta, que nos repusiera del cansancio acumulado para volver en la tarde noche a dar otra recorrida. Sin resquemores fui al baño y me puse mi camisón de satén habitual, Javier mientras veía la tv acostado, con el torso desnudo y con una bermuda puesta, no parecía importarnos a ambos dormir juntos en la misma cama, y así fue, gire para mi lado dejándolo seguir viendo la tv y luego de un rato, ambos nos dormimos una buena siesta.Siesta de la cual despertamos alrededor de las 7pm, ambos nos preparamos a volver ...
... a recorrer aquella linda ciudad, antes de salir, Javier volvió a ducharse lo cual seguí yo luego de él, y otra vez con ropa cómoda volvimos a recorrer nuevos puntos de visita, llegada la noche decidimos otra vez ,ir a cenar, esta vez a una pizzería muy pintoresca que encontramos por el camino, nuestra primer gran charla se dio en la cena, entre pizzas y cervezas, hablamos de todo un poco, de lo que nos estaba pareciendo el viaje, de la vida, de nuestras vidas, de sus proyectos futuros, y fue el momento de agradecerle sinceramente que me haya acompañado a este viaje, que tan postergado y deseado lo tenia, a lo que con total sinceridad de su parte también, me respondió que el agradecido era él, por haberlo elegido como acompañante en un viaje que él también quería hacer. Luego de la cena volvimos caminando y continuando la amena charla hasta el hotel, fulminados de sueño ambos, decidimos rendirnos al aire acondicionado de la habitación y dormir hasta el otro día (viernes), que nos esperaba otras largas recorridas y visitas a lugares típicos de la ciudad, antes de acostarnos Javier entre miedo y vergüenza me pregunto “Pilar, te m*****a que duerma de bóxers? Porque el calor me hace traspirar muchísimo, si te m*****a duermo de bermudas, no me importa” a lo que respondí “si, si, quédate tranquilo Javi, dormí cómodo, yo duermo de camisón porque es mi costumbre de toda la vida, pero vos dormí también como quieras”, lo que no le dije hasta ese momento era, que dormía de camisón pero ...