Soñaba con follar en un Gloryhole - Relatos Eróticos

Soñaba con follar en un Gloryhole

... tardó ni dos minutos en correrse, pero como sabía lo que le iba a pasar, me aparté a tiempo y su leche caYó al suelo-. ¡Oh, papito, así me gusta, qué rico!Llegaba la hora de trabajarse a las dos pacientes pollas, que ya se mostraban completamente erectas, como dos buenas espadas dispuestas a ensartarme. La que estaba morcillona estaba ligeramente curvada hacia arriba, mientras que la otra parecía una buena estaca de madera, tiesa, firme y dura, muy dura.Empecé por la estaca. Le chupaba la cabeza mientras la pajeaba lentamente, al igual que hacía con la otra.-Sí, nena, qué rico se siente –decía el tío que estaba recibiendo mi mamada-, sigue, sigue, aaah, sí. Uuuff, no pares nena, por favor, no pares.-Cariño, te toca probar esta –decía el de la polla encorvada-. Dale, dale así, sigue bonita. ¿Qué te parece?Me saqué de la boca una polla para meterme la otra, lo cual fue recibido con gemidos de placer por parte de su dueño. La verdad es que nunca había tenido una polla tan grande en mi boca, y mucho menos dos, así que me esmeré todo lo que pude en mamar aquellas dos pollas. Pero yo no había ido allí a ser la puta de nadie, así que metí mi mano por uno de los agujeros para palpar el abdomen de ambos tíos, y al que le noté los abdominales más marcados le dije que entrase a mi habitáculo, y acudió raudo y veloz.Penetrada en el GloryholeLe abrí la puerta y se trataba del de la polla recta, firme, uuummm, qué polla tenía ese tío. Tendría mi edad, y llevaba su anillo de casado, lo ...

... cual daba explicación a por qué esa polla con ese cuerpo estaba allí.Me puse de espaldas a la polla de la pared para recibirla según mis necesidades. Primero, sólo la cabeza de esa enorme y lubricada polla, luego un poco más, mientras me la metía y sacaba. El tío que estaba allí dentro conmigo me ofrecía su polla como un buen servidor, mientras yo seguía atareada en aprovechar la polla encorvada, que ya me empezaba a dar auténtico placer al rellenarme toda mi cuquita. Le masajeaba la polla y le traía la cabeza hacia la mía para comerle la cara, pues ese semental estaba buenísimo. Así estuve un rato, hasta que quise tener esa tremenda polla en toda mi rajita.Me saqué la polla encorvada, que chocó contra la parte baja del agujero, y me metí la polla recta y grande que tenía allí conmigo. No le costó nada entrar, pues mi coñito estaba chorreando de fluidos vaginales y su polla estaba más que llena de saliva. Al mismo tiempo, intentaba darle placer a la polla de la pared, pero mis gemido no me dejaban chuparla bien. Y es que no podía parar de gemir como una…bueno, como una auténtica puta. Así me sentí, en un local de sexo, siendo follada por dos desconocidos que habían pagado por aquello. Pero me daba igual, pues estaba disfrutando.El desconocido me daba cada vez más y más duro, me cogía fuerte por la cintura, atrayéndome hacia sí, chocando sus muslos con los míos. A la otra polla sólo podía pajearla a duras penas, pues estaba siendo brutalmente poseída por mi semental, por su ...