1. El vagabundo y su dama 3.


    Fecha: 30/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mi espalda. Agachate y colocá las manos aquí, dijo señalando el poyete. 
    
       Deja que lo aguanto yo, dijo el vagabundo sentándose delante mía, así mientras tu le das por el culo, me puede chupar la polla a mí.
    
       Ok, dijo el viejo. Anda agachate y dame tu cola que t voy a meter mi pija, que ya no aguanto más. 
    
       Me incliné apoyándome sobre el vagabundo, dejando mi culito expuesto y listo para ser penetrado por la verga de aquel viejo.
    
       ¡Ohhh que colita! ¡ooohhh maricón que colita! Te gustá la pija ¿eh? Que puto que sos. Tomá pija maricón, gritaba el viejo metiéndome la polla en el culo.
    
       Dios, el muy cabrón me había metido la polla de una estocada, ¡bufff! Resoplé mientras me erguía al notar entrar aquella verga en mi culo. Menos mal que ya lo tenía bien abierto y lubricado por la follada que me había dado el vagabundo, si no, el muy cabrón me habría reventado el culo con aquella polla que se gastaba. Me había llegado hasta las orejas la polla del viejo, que hijo de puta, me follaba con ganas y metía su pija hasta lo más hondo de mis entrañas, haciéndome poner de puntillas.
    
       ¡Ohhh que gúuusto!¡ooohhh que gúusto! Gritaba el viejo sin dejar de darme por el culo. Oh que linda colita tenés. Tomá, tomá pija puto.
    
       El viejo me estaba dando por el culo con todas sus ganas, se podía escuchar el sonido de su polla entrar en mi culo, y el golpeteo de su pelvis al golpear mi ano cuando metía su polla dentro mía, plof plof plof, plof plof plof, y al viejo ...
    ... gritar tomá, tomá pija puto. 
    
       Dios que hijo de puta el viejo, me estaba dando duro el muy cabrón, cada vez que metía su polla, me hacía poner de puntillas, y gritar sin parar, ¡ohhh! ¡ooohhh!
     
        Mi polla ya no paraba de gotear semen, con cada envestida que me daba, la polla se bamboleaba e iba salpicando semen sobre el vagabundo. Mientras este, se había apoderado de mi boca, y no paraba de morrearme. Me tenía los labios hinchados y colorados a más no poder; parecían los labios de un negro cantando el only yu. Sudaba por todas partes, gemía como una gatita en celo y mi pobre polla no paraba de chorrear semen, si en esos momentos me tocan la polla, hubiese estallado cómo si fuese un Géiser, soltando todo el semen que contenían mis huevos.
    
       Pero el que explotó fue el viejo, empezó a gritar que se venía, ¡ohhh me vengo! Me vengo, ¡ooohhh me vengo! Su polla se empezó a hinchar notando cómo palpitaba, e iba soltando todo su esperma dentro de mi culo.
       ¡Ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto! ¡ohhh que colita tenés! ¡ooohhh que rica garchada! Te voy a reventar el poto que tenés puto.
    
       El muy hijo de puta del viejo se había corrido abundantemente, menuda descarga de semen que me había largado el muy cabrón. Seguro que llevaba tiempo sin vaciar el deposito de sus cojones. 
    
       Sin sacarme la polla del culo, el viejo me iba acariciando la espalda y culito, mientras me decía de todo. Y el vagabundo llevaba su polla a mi boca, para que se la chupara.
       Así mi damita, ...
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