... volví en mí, lo solté y me retiré un poco:- ¿Cómo que un beso tío?... ¿cómo crees que te voy a dar un beso ahí?- Ah que tú tan negado... ¡claro que se puede! A ver, ora siéntate tú aquí pa’ enseñarte como se besa una verga.- ¿Porqué?... ¿qué vas a hacer?- Usted siéntese aquí, obedezca mijo.Saltó al agua, y como si yo pesara dos kilos, me atrapó por la cintura y me subió al tronco de un solo movimiento. Me acomodé como pude donde él estaba, me separó las piernas y con las manos apoyadas en mis muslos me dice: "Mire, fíjese bien cómo se hace pa’ que luego me lo haga usted a mí, ¿estamos?". Yo no entendía ni idea de lo que iba a hacer, pero asentí con la cabeza como única respuesta. Luego, con la mano derecha atrapó mi verga de la base, la dirigió hacia su cara y se agachó. Yo sólo me preguntaba qué iba a hacer, no lo supe hasta que sentí su boca caliente rodeando mi pene. La sensación fue tan intensa, que no pude evitar contraer las piernas para evitarlo. Volteó a verme sonriendo y me dice: "Aguántese tantito mijo, y va a ver cómo le va a gustar". Como pude me relajé y volví a abrir las piernas y arremetió de nuevo con su boca, pero esta vez no salté, por el contrario, conforme lo fue haciendo, me fui derritiendo como un helado al sol. Nunca hubiera esperado que ...
... un hombre tan rudo pudiera hacer algo tan delicado y delicioso. No tardaron en salir de mi garganta gemidos involuntarios. Luego, me empujó en el pecho para que me acostara sobre el tronco, me atrapó por la cadera y ahora empezó a succionar mi verga completamente, subiendo y bajando su cabeza, presionando su nariz contra mi pubis. Aquello era para mi edad, la sensación más deliciosa que había vivido. Y así estuvo un buen rato hasta que sentí que me iba a venir, pero la sensación era tan parecida a cuando voy a orinar, que me asusté y lo retiré empujando su cabeza. Sin soltarme de la cadera y sin levantarse, me dice: "¿Ya se va a venir mijo?... ándele, véngase en mi boca, va a ver que le va a gustar". Quise aclarar lo de la sensación de orina, pero no tuve tiempo, volvió a comerse toda mi verga. De nuevo empezó a succionar lentamente, pero poco a poco fue acelerando hasta que empecé a pujar, a gemir. Todo mi cuerpo se contrajo y finalmente exploté adentro de su boca.Se retiró lentamente y me dice, limpiándose los labios con agua: "¿Ya aprendió como se le da un beso a una verga, mijo?... apréndaselo bien pa’ que luego me lo haga usted a mí, ¿sale?". No le contesté. ¿Cómo habría de contestarle si no podía ni articular palabra?¡!!NO TE PIERDAS LA SEGUNDA PARTE!!!!