1. La vida de esclava, ¿la vida mejor?


    Fecha: 30/08/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: rubyg, Fuente: CuentoRelatos

    ... perro. Me puso la diadema y me hurgó en el culo para sacar el vibrador antes de meterme el tapón anal. Cuando estuve lista, Amo tiró de la correa para obligarme a gatear tras él. Salimos de la habitación, recorrimos un pasillo oscuro y sucio y subimos unas escaleras.
    
    No podía creerlo. Encima de aquella mazmorra había una enorme y lujosa mansión. Recorrimos un pasillo con varias puertas a los lados. De una de ellas salían jadeos femeninos. Amo abrió la puerta y vi a dos mujeres haciendo el amor y a una tercera introduciéndose un consolador enorme. Nos miraron y saludaron al Amo sin interrumpir su actividad.
    
    -Tetas, ven aquí
    
    -Si Amo. A tus pies.
    
    Una de las que estaba haciendo el amor se levantó y vino a arrodillarse ante Amo. Decir que sus pechos eran grandes sería quedarse muy corto. La que se metía el consolador fue a juntarse con la que acababa de quedarse sola.
    
    -Vamos a la bañera a lavar a esta Perra sucia de meados. Acompáñanos.
    
    -Como desees, Amo. Encantada de conocerte, Perra. –Dijo ella, y acto seguido me besó en los labios mientras me acariciaba mi pelo mojado de orina.
    
    Seguimos por el pasillo. Yo aún tenía dentro el vibrador que Amo me había puesto en mi vagina, y con cada paso se movía y me excitaba cada vez más. Podía sentir como mis flujos vaginales brotaban y resbalaban por mi muslo. Llegó un momento en el que me temblaban las piernas y no podía seguir.
    
    -Amo… -Dije
    
    -¿Qué te pasa, Perra? Estás temblando.
    
    -Mi… Mi… Vibra muy fuerte ...
    ... dentro de mí… Pero puedo… No consigo…
    
    -¿No puedes qué?
    
    -No consigo correrme. Si no me corro… no puedo gatear.
    
    -Así que quieres correrte. Bien, pídemelo.
    
    -Por favor Amo… Haz… Haz que me corra.
    
    -Por desgracia, Perra, ahora mismo no puedo hacerlo. Mira, si tuviera mi polla dura, te la metía ahora mismo y tú te correrías como una loca, pero como ves ahora está blandita y no te la puedo meter.
    
    -Ya sabes lo que tienes que hacer, ¿no, Perra?- Dijo Tetas.
    
    Me arrastré hasta Amo y le acaricié la entrepierna, primero con las manos, y al ver que no conseguía nada, también con mi rostro.
    
    -Así no la levantarás, Perra. –Dijo Tetas. –Amo necesita algo más estimulante.
    
    Entonces le bajé la bragueta y le saqué la colita pequeña y arrugada. Deslicé el prepucio hacia atrás y lamí suavemente su glande. Me la metí en la boca y succioné mientras sacudía mi cabeza adelante y atrás. Entonces, poco a poco, su pene fue creciendo y poniéndose duro. Por fin Amo se puso detrás de mí, hurgó en mi mojado coño para sacar el vibrador y de un brusco empujón me clavó su polla hasta el fondo. Tetas se sentó delante de mí y empezó a masturbarse vigorosamente mientras miraba como Amo me follaba bien duro, como a una perra. Con una mano se frotaba rápidamente el clítoris y con la otra metía dos dedos en su coño y dos en su culo a la vez. Yo estaba tan caliente que no tardé en correrme, pero Amo aún tenía energías para rato. Mientras me follaba, me agarró mi cola y se puso a moverla de un lado a ...
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