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No sé cómo ocurrió, ni cómo dejé que ocurriera 2
Fecha: 08/10/2017, Categorías: Anal Autor: palotess, Fuente: CuentoRelatos
... fuerte que yo y me tenía abrazada por detrás aprisionándome las tetas con sus manos mientras sentía su polla en mi culo, queriendo atravesar mis bragas que era lo único que la separaba de su destino. Empezaba a ponerme muy nerviosa, a la vez que notaba cómo mi coño empezaba a mojarse sin que lo pudiera evitar. Temía que mi suegra se diera cuenta de lo que estaba pasando. Raúl estaba como loco, lamiendo mi cuello y mi oreja mientras seguía sujetándome a la vez que intentaba soltarme cada vez con más fuerza. Con la mano derecha bajo por mi vientre hasta llegar a mi pubis, apretándolo con fuerza con la mano abierta. ―¡Por favor Raúl, suéltame! ¡o grito! ―Grita si quieres, me decía al oído jadeando. ―Dios!! estaba como loco y me estaba excitando a mí también, pero no podía ceder otra vez (¡esta vez no!). ―Laura! oí decir a mi suegra desde abajo. ―Suéltame joderrr! conseguí que me soltara y me asomé de nuevo a la ventana. ―Dime Carmen! ―Qué hacemos de cena? ¡si te parece hacemos una tortilla de patatas! ―Muy bien! conseguí responder sin que notara mi nerviosismo. De repente sentí como Raúl se agachó y tiró de mis bragas hacia abajo. Intenté sujetarlas con una mano, pero de un tirón consiguió bajármelas del todo y sacarlas de mis pies. Allí estaba hablando con mi suegra mientras el macarra de mi ¨sobrino¨ tenía una perspectiva de mi entrepierna y sobre todo de mi coño que empezaba a no poder controlar el flujo muy a mi pesar y a sentir cómo ...
... lubricaba mi vagina. ―Estaba loco por volver a follarte Tía Laura! le oía decir mientras mi suegra no paraba de hablarme. Sentí como pasaba uno de sus dedos por los labios de mi coño y un temblor empezó a recorrerme la pelvis dando vueltas y concentrándose en mi raja que poco a poco y ya sin freno comenzaba a inundar mi coño mientras Raúl introducía un dedo dentro de él. ―Ufff! no pude evitarlo mientras mi suegra me preguntaba si me pasaba algo, que me notaba muy roja. ―Es el calor Carmen! (respondí mientras notaba como Raúl metía otro dedo dentro de mi coño y lo dejaba dentro sin moverlos). ―Voy a ducharme a ver si se me pasa! mientras metía mi cuerpo en la habitación y cerraba las cortinas. ―Pero que te has creído imbécil! ¡ha estado a punto de darse cuenta! dije mientras le empujaba para intentar separarme de él. Entonces se abalanzó sobre mí y me abrazó intentando besarme en la boca. Yo me negaba moviendo la cabeza de un lado a otro mientras él me besaba en el cuello, la cara, los labios cuando no podía esquivarlo, era una lucha sin cuartel donde estaba claro que la que iba a perder era yo, él era mucho más fuerte y nuestros cuerpos entre el esfuerzo, el calor y la excitación del momento comenzaban a empaparse de sudor. De repente él parecía que me dejaba en paz, pero me confié y agarró mi camiseta y la rompió por mi pecho dejando mis tetas al descubierto. Eso lo puso fuera de sí. Me tiró sobre la cama, cayendo encima de mí, mientras aprovechando su peso y ...